Acusado de arrancar un dedo a otro hombre durante una pelea en Pozuelo (Ciudad Real) niega haberle mordido

El acusado de arrancar una falange de un dedo a un hombre, J.L.G.V. de nacionalidad española, durante una pelea ocurrida el 11 de mayo de 2008 en Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real) ha negado este lunes que mordiera a la víctima, A.G., que también se ha sentado en el banquillo de los acusados por lesionar al primero durante la pelea.

El acusado de arrancar una falange de un dedo a un hombre, J.L.G.V. de nacionalidad española, durante una pelea ocurrida el 11 de mayo de 2008 en Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real) ha negado este lunes que mordiera a la víctima, A.G., que también se ha sentado en el banquillo de los acusados por lesionar al primero durante la pelea.

El primero en testificar ha sido J.L.G.V. quien ha explicado que, tras tomarse una cerveza en un local llamado 'El Trébol' hubo un "altercado" y la dueña echó a todo el mundo, tras lo que se marchó mientras sus amigos se quedaban pagando.

En ese momento, siempre según su testimonio, no sabe por qué el otro acusado se abalanzó sobre él "con un objeto de cristal en una mano", le golpeó en el ojo derecho y cayeron al suelo y rodaron. "Yo me defendí para que no me pegara. No soy agresivo y sólo intentaba apaciguarlo", ha indicado, al tiempo que ha agregado que "en ningún momento" le mordió y que la víctima se cortaría el dedo "con la botella o el alquitrán".

Por su parte A.G. ha ofrecido la versión contraria y ha dicho que se dirigió a J.L.G.V. después de que le dijera "moros de mierda, iros a vuestro país que nos quitáis el trabajo" para preguntarle por qué decía eso "porque nosotros también somos personas y tenemos que vivir" pero en ese momento, según su testimonio, "me dio una hostia" tras lo que le mordió "y vi su boca manchada de sangre y cómo escupía mi dedo", por lo que ha sostenido que se mareó y se cayó al suelo.

Según A.G. —cuyos análisis en el hospital demostraron que estaba ebrio— el no tocó al otro acusado sino que quien le dio puñetazos fue otro marroquí que iba con él para defenderle porque seguía dándole patadas en el suelo. El amigo al que hizo referencia ha testificado después y ha negado que le diera ningún puñetazo a nadie.

De hecho, los tres testigos que han declarado después —un amigo de A.G. y dos de J.L.G.V.— han sido incapaces de explicar el motivo de la pelea y dicen que los vieron cuando ya estaban agrediéndose ambos en el suelo. Han indicado que no vieron ningún altercado en el interior del local ni oyeron insultos racistas fuera.

PENAS

Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones solicitando para J.L.G.V. una pena de tres años y medio de prisión por un delito de lesiones que han causado deformidad en la víctima, y 12 meses de cárcel para A.G. por lesiones, ya que ha considerado acreditado que, "por motivos no debidamente esclarecidos", ambos se enzarzaron en una pelea al salir del local.

Asimismo, ha recordado que el informe forense determina que la lesión de A.G. es compatible con una mordedura humana además de que algunos testigos lo oyeron quejarse de que el otro acusado le había mordido y cuando llegó la Guardia Civil ya tenía la lesión, por lo que cree improbable que se lo causara a sí mismo.

Por su parte, la defensa de A.G., y acusación particular contra el otro hombre, ha pedido la absolución de su patrocinado al considerar que no se ha acreditado que las lesiones de J.L.G.V. se las causara él, sino que podrían deberse al caer los dos al suelo y ha apelado al principio de "in dubio pro reo". Como acusación, se ha adherido a la petición de la Fiscalía y ha pedido una indemnización de 4.500 euros por las secuelas.

La defensa de J.L.G.V. también ha pedido la libre absolución para su defendido o, en su defecto, una condena por lesiones, "porque nadie lo vio morder", teniéndose en cuenta las atenuantes de legítima defensa y dilaciones indebidas, imponiéndose una multa o, como mucho, 9 meses de prisión.

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