Después de una temporada de lluvias abundantes, se avecina un verano peligroso para los bosques de la sierra madrileña. Los bomberos de la Comunidad de Madrid alertan de que este año habrá un "riesgo muy alto" de incendios en el territorio de la región. El nivel de amenaza es incluso mayor que el del año pasado, cuando se registró el peor incendio forestal de Madrid en los últimos 20 años, tras quemarse 1.546 hectáreas en Robledo de Chavela y Valdemaqueda.

"En los últimos meses, debido a las intensas lluvias, ha crecido mucho la vegetación. Los campos y los bosques madrileños están mucho más verdes que en años anteriores. Todo apunta a que a finales de mayo y en junio toda esa vegetación empezará a secarse, y llegaremos al verano con mucho combustible en los montes", asegura Pedro Campos, representante de CC OO en el cuerpo de Bomberos de la Comunidad. "Además, no va a dar tiempo a hacer la poda y las labores de desbroce de toda esa vegetación antes de que llegue el calor, así que el riesgo va a ser enorme", añade Juan Luis Gil, de UGT en el cuerpo antiincendios.

De hecho, según Campos, ya se están registrando incendios pequeños de pasto y monte bajo, pese a que "todavía es muy pronto para tenerlos". Los expertos advierten de que el mayor peligro se concentra en la sierra oeste (donde se produjo el gran incendio de agosto de 2012) y en los campos de monte bajo y matorral que se extienden por el sur y el este de la región. "Madrid es una comunidad muy complicada: es una región muy húmeda en invierno y muy seca en verano, a lo que se une la superpoblación de las urbanizaciones en zonas forestales", apunta Campos.

Para luchar contra los fuegos, la Comunidad de Madrid está preparando el Plan de Incendios Forestales (Infoma), que arranca todos los años hacia el 15 de junio. En el marco de este programa se despliegan todos los efectivos del cuerpo regional de Bomberos (1.340 personas), brigadas forestales de empresas privadas a las que se adjudica el servicio de prevención y extinción, y personal de refuerzo contratado por la Comunidad exclusivamente para la temporada alta de incendios. El año pasado, el dispositivo total contó con 2.390 efectivos.

Para la campaña de este año, la Comunidad espera contar con el mismo número de bomberos, después de la incorporación de 81 profesionales que cubrirán las vacantes de los trabajadores jubilados, según fuentes de la Consejería de Presidencia y Justicia. Sin embargo, si se cumplen las previsiones apuntadas en los Presupuestos regionales, el personal de refuerzo contratado para la campaña forestal se podría reducir un 10,3% (de 301 trabajadores el año pasado, a 270 en 2013), tal y como aparece en el "programa 117, Contra Incendios y Protección Civil" de las cuentas autonómicas. Además, el gasto total para este programa (que incluye también los fuegos no forestales) llega a 109,8 millones, un 3,8% menos que en 2012.

Pese a esta previsión, una portavoz de Presidencia asegura que todavía "se está diseñando el plan Infoma y sería aventurado decir el número de efectivos que lo compondrán; esa cifra [que aparece en los presupuestos] no está cerrada y se podría modificar en función de las necesidades que se vayan viendo". Por su parte, los sindicatos aseguran que se ha alcanzado "un principio de acuerdo con la Comunidad para desbloquear el conflicto que tenemos desde hace dos años". La Consejería cubría los puestos vacantes obligando a los bomberos a hacer horas extra; sin embargo, éstos se negaron a realizar un exceso de jornada. "Este año todo apunta a que habrá paz: nos han prometido que cubrirán el personal y nosotros accederemos a hacer horas extra", apunta Gil.

Por otro lado, desde este jueves 16 de mayo está prohibido prender cualquier tipo de fuego, hacer barbacoas o utilizar maquinaria que desprenda chispas (motosierras o podadoras) a menos de 200 metros de cualquier área forestal de la región. La restricción estará activa hasta el 31 de octubre. Si el lugar donde se pretende realizar el fuego está en zona urbana pero a menos de 50 metros de un área forestal, se deberá pedir permiso al ayuntamiento de la localidad y notificárselo a la Dirección General de Protección Ciudadana (en el teléfono 900 811 208). Quien no cumpla estas obligaciones puede ser sancionado con un mínimo de 1.000 euros de multa y se le pueden pedir responsabilidades penales si origina un incendio forestal.