Ávila lamenta que el Gobierno reconozca con sus previsiones su "incapacidad" para afrontar la crisis

El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, ha considerado que las expectativas económicas del Gobierno de España "no generan confianza" en los agentes socioeconómicos y suponen un "reconocimiento de la incapacidad del Gobierno para afrontar la crisis económica".
El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila
El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila
EUROPA PRESS
El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila

El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, ha considerado que las expectativas económicas del Gobierno de España "no generan confianza" en los agentes socioeconómicos y suponen un "reconocimiento de la incapacidad del Gobierno para afrontar la crisis económica".

Ávila ha hecho estas declaraciones en la comisión de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, donde ha comparecido a petición del Grupo Parlamentario Socialista para informar sobre el nuevo escenario macroeconómico presentado por el Gobierno de España.

El consejero ha explicado que el pasado 26 de abril el Consejo de Ministros aprobó la actualización del Programa de Estabilidad de España 2013-2016 donde hizo un diagnóstico de la situación que atraviesa la economía española, revisando a la baja el conjunto de las previsiones que sustentan los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2013. Según el nuevo escenario, la economía española caerá en términos reales el 1,3 por ciento, el empleo descenderá el 3,4 por ciento y la tasa de paro alcanzará el 27,1 por ciento.

Estas nuevas previsiones implican que la caída del PIB en 2013 será casi tres veces superior a la que se preveía en los PGE (-0,5 por ciento), la caída del empleo será 3,2 puntos más elevada que la anteriormente considerada (-0,2 por ciento) y la tasa de paro será 2,8 puntos mayor (24,3 por ciento en los PGE).

"El nuevo escenario macroeconómico del Gobierno de España contempla más retroceso de la actividad, más destrucción de empleo, y mayor tasa de paro en el presente año", ha lamentado el consejero, quien ha destacado el hecho de que esas cifras se producen en un contexto en el que la senda de reducción del déficit público se ha rebajado. El objetivo de déficit del conjunto de las administraciones públicas para 2013 pasa a ser el 6,3 por ciento del PIB, en lugar del 4,5 por ciento anteriormente establecido.

Para Ávila, la revisión de las previsiones es una "muestra inequívoca" del "poco rigor" del escenario macroeconómico planteado en los PGE de 2013, así como del "fracaso" de las políticas del Gobierno de la nación, incapaz de alcanzar el pretendido "objetivo", contemplado en los PGE de 2013.

Del mismo modo, el consejero ha considerado que la corrección de las previsiones del Gobierno de España supone un "reconocimiento de los efectos nocivos que las políticas que se están adoptando están teniendo para la economía española, puesto que, a pesar de la relajación del objetivo de déficit (en 1,8 puntos), las nuevas caídas del PIB y del empleo estimadas son significativamente mayores (0,8 y 3,2 puntos más, respectivamente)".

"Si ya es extraordinariamente negativo el nuevo escenario presentado para 2013, lo es más si se tiene en cuenta el comportamiento que se espera para la economía española en el medio plazo: un crecimiento real del PIB del 0,5 por ciento en 2014, del 0,9 por ciento en 2015 y solo muy ligeramente por encima del uno por ciento (1,3 por ciento) en 2016", ha abundado Ávila. Esta senda de crecimiento "tan moderada", ha añadido el consejero, "va a impedir prácticamente la generación de empleo", esperando el Gobierno de la nación que en 2016 la tasa de paro de la economía española (24,8 por ciento) sea superior en más de tres puntos a la de 2011, que finalizó con una tasa de paro del 21,6 por ciento.

El titular de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo ha subrayado el "reconocimiento de la incapacidad del Gobierno de la nación para sacar adelante a la economía española de la situación de crisis y para generar en la ciudadanía las más mínimas expectativas de futuro", al tiempo que ha criticado las "apelaciones desconsideradas" a la paciencia de la ciudadanía.

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