El castillo de San Jorge revive con un museo su pasado inquisidor

El Ayuntamiento, con ocho años de retraso, pondrá en valor en 2007 los restos arqueológicos que yacen bajo el mercado de Triana.
Las obras del mercado de Triana sacaron a la luz restos de las cárceles, de la casa del inquisidor y de la capilla de San Jorge (primitiva parroquia de Triana) (Kako Rangel).
Las obras del mercado de Triana sacaron a la luz restos de las cárceles, de la casa del inquisidor y de la capilla de San Jorge (primitiva parroquia de Triana) (Kako Rangel).
Las obras del mercado de Triana sacaron a la luz restos de las cárceles, de la casa del inquisidor y de la capilla de San Jorge (primitiva parroquia de Triana) (Kako Rangel).
Truculenta. Así se podría definir la historia que encierran los restos del Castillo de San Jorge bajo el mercado de Triana, sede de la Inquisición durante tres siglos. Ahora, su recuerdo saldrá a la luz, pero no como museo de los horrores sino como lugar de reflexión sobre las injusticias.El edificio, de origen árabe, comenzó a construirse en 1171. Fue entregado por Fernando III a los caballeros de San Jorge. Años después acabó en manos de la Inquisición cedido por el asistente de Diego de Merlo, según cuentan los historiadores. Sus muros encerraron uno de los capítulos más negros de Sevilla, de 1481 a 1785. Tenía 26 cárceles, que fueron calificadas como «antros de horror» por el Santo Oficio en el siglo XVII.

Este oscuro pasado salió a la luz hace más de una década en forma de restos arqueológicos y lleva ocho años esperando su puesta en valor.

Al fin, el castillo de San Jorge tendrá su lugar. A principios de 2007 comenzarán las obras para convertirlo en museo. Tendrá cinco salas, comenzando por la Sensorial.

En ella se introducen conceptos como juicio de valor, abuso de poder y el de la indefensión de las víctimas.

Pasarela interpretativa

En la Barbacana se explicará lo que allí ocurrió a través de diseños y maquetas. Por la pasarela interpretativa se recorrerán los restos (casa del inquisidor, muros de las cárceles, capilla) finalizando en un espacio de reflexión bajo el lucernario. El recorrido finalizará en la Sala de Audiencia y en la de la Tolerancia.

Enjuiciamientos en directo

Los visitantes podrán vivir como se hacían durante la Inquisición los enjuiciamientos. En la sala de Audiencias se realizará una recreación mediante una escenografía de mobiliario y distintas esculturas de personajes sobre los que se proyectará un diorama virtual de actores reales en movimiento. Y para terminar, la sala de la Tolerancia buscará la reflexión sobre los mecanismos para combatir los procesos de injusticias. Fuera de los restos, el museo se vinculará al río. Así, en la fachada principal (que mira al Guadalquivir) se reconstruirá virtualmente los límites de lo que fue la torre principal del castillo.

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