El secretario general de UGT-A, Francisco Fernández Sevilla, ha pedido que haya "celeridad" en la instrucción del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) presuntamente fraudulentos tramitados por la Junta de Andalucía, una celeridad que "beneficiará a la transparencia", tras lo que pide que concluya el proceso "y se puedan depurar responsabilidades cuanto antes".

En declaraciones a Europa Press, Fernández Sevilla ve "necesario" acelerar el proceso, pues "el tiempo que lleva abierta la instrucción es reflejo del funcionamiento de la Justicia en nuestro país", y cree que ello "no beneficia a una sociedad como debería beneficiar para una mayor transparencia y la depuración de responsabilidades".

Por ello, considera que "primero se debería terminar cuanto antes y se deberían poner todos los recursos posibles de la judicatura para que el procedimiento de instrucción finalizara", tras lo que apunta que "entre otras cosas debería finalizar el procedimiento de secreto de sumario, el procedimiento en sí y que pasase al juzgado correspondiente para su juicio y que se enjuicie ya, y, en función de las pruebas que haya o se puedan producir y la defensa que se haga, salga la sentencia y el que lo haya hecho, que lo pague".

Fernández Sevilla ha recordado que "algunos juzgados están repletos de causas y además algunas causas muy importantes y muy gruesas y con mucho eco público", tras lo que apunta que "no se le hace ningún beneficio a la transparencia que tengamos un juzgado que tarde años en la instrucción".

"Cuando se celebre el juicio, saldrán los resultados de un acto que se ha cometido presuntamente hace años, veremos qué habrá pasado mucho tiempo y eso no beneficia a nadie", ha agregado Fernández Sevilla.

El nuevo dirigente de UGT-A lamenta además que "se trata de politizar por todos los partidos políticos en Andalucía", de forma que "al final se utiliza una situación como es la tardanza en este proceso, para que los partidos hagan sus especulaciones, impongan sus ideas y la sociedad diga que el sistema no funciona".

"Todo ello forma parte de una estrategia puesta en marcha por algunos y muy generalizada de poner en duda todo, conseguir que la sociedad no crea en sus instituciones ni en los instrumentos que nos hemos dotado, como partidos o sindicatos, pues de esa manera el objetivo que tienen marcado lo conseguirán más fácilmente", ha agregado Fernández Sevilla, quien considera que "una población donde cala el descrédito es menos reivindicativa, hay menos participación electoral o social".

De esta forma, considera que "en las calles uno se puede encontrar con una menor participación o con un estallido social; algunos juegan con fuego y no se puede ser incendiario y bombero, pero alguien quiere serlo al mismo tiempo jugar a las dos cosas, y debe tener mucho cuidado".

Postura del sindicato

Fernández Sevilla ha recordado que el sindicato "está personado desde el primer día en que fue posible personarse como acusación popular, y hasta hoy no hemos sido expulsados ni excluidos por la juez instructora, que en otros casos sí ha ocurrido, pues algunas partes que se incorporaron a la causa fueron expulsados por ser juez y parte; nosotros seguimos personados".

Explica que el sindicato se personó "para defender los intereses de que el dinero público vaya adonde tiene que ir, pues estimamos que si había una pérdida de recursos de la administración, debemos defender que se haga correctamente y se tendría que dirigir a los que perdieron su puesto de trabajo".

Además, considera que UGT-A, "al haber negociado gran parte de los expedientes, queríamos defender nuestros intereses personándonos en el proceso, toda vez que inicialmente parecía que se acusaba a algunos compañeros; queríamos estar presentes en la causa, pues si hay alguien de nuestra organización, queremos enterarnos en primera persona y ser los primeros en actuar".

En ese sentido, ha dejado claro que UGT-A "hasta hoy no tiene ningún problema de ningún tipo con el caso de los ERE", y apunta que "si mañana nos encontráramos algo, me sorprendería", aunque deja claro que "no hay ningún dato para que digan que esto cambie".