La Policía Nacional de Oviedo ha detenido a una persona a la que se le imputan varios atracos a farmacias y estancos en la ciudad, que habían provocado la inquietud entre los profesionales de ambos sectores, según ha informado la Policía.

Los hechos que dieron lugar a su detención ocurrieron el pasado fin de semana, cuando una persona que llevaba la cara tapada con una bufanda y con gafas oscuras, entró en una farmacia de la calle San Melchor, exigiendo que le dieran todo el dinero, exhibiendo también un cuchillo con el que amenazó a la propietaria y a una empleada de dicha farmacia, al tiempo que daba un empujón y lanzaba contra la pared a una señora mayor que se encontraba adquiriendo unos medicamentos. La empleada abrió la caja y el atracador cogió el dinero y huyó a la carrera.

La farmacéutica salió a la calle pidiendo auxilio, y dos personas que se encontraban en un bar cercano salieron en su persecución. El atracador, al mirar hacia atrás, tropezó y cayó al suelo, momento en que fue alcanzado por sus perseguidores, que lo sujetaron hasta instantes después, que llegó la policía ,que había sido alertada mediante una llamada al 091, procediendo a su detención.

En el momento de su detención llevaba un cuchillo, gafas de sol, una bufanda para cubrirse el rostro, el dinero producto del atraco, y también una libreta donde tenía apuntadas diversas direcciones de farmacias y estancos de la ciudad, así como de algún otro establecimiento que creía propicio para efectuar los robos con violencia.

Las investigaciones posteriores pudieron determinar que había sido grabado por unas cámaras de un establecimiento cercano a la farmacia, desde donde estuvo vigilando y esperando el momento preciso para realizar con éxito el atraco.

El acusado estaba alojado en un establecimiento de acogida de la Bolgachina, y hasta allí fueron los policías con él para recoger sus pertenencias. Entre las mismas se encontraban algunas prendas que ya había usado en otros atracos, de los que se disponía de las grabaciones correspondientes, pero no se distinguía bien el rostro, que llevaba tapado. También aparecieron entre sus pertenencias los guantes que había usado en otras ocasiones, así como otras armas utilizadas.

Hasta el momento se le han imputado, además del que fue detenido, los robos con violencia a una farmacia de la calle Ciriaco Miguel Vigil del pasado día 6, y de un estanco de la calle Arzobispo Guisasola del pasado día 5.

En las dependencias policiales y en presencia de su abogado se negó a prestar declaración. Fue puesto a disposición judicial, junto con los efectos intervenidos, ordenando el juez su ingreso en prisión.