Los 27 se resisten a ceder a una reforma más dura como pide la Eurocámara y aplazan a este martes la decisión

Cañete advierte de que el margen de maniobra es "estrecho" y emplaza al Parlamento y a la Comisión a mostrar "flexibilidad"

Los ministros de Pesca de la Unión Europea se han mostrado este lunes reacios a modificar sus posiciones de cara a la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) para ceder a alguna de las peticiones de la Eurocámara, que apuesta por una reforma más exigente en la aplicación de las medidas contra la sobrepesca, por lo que han aplazado al martes las reuniones definitivas para tomar una decisión.

El ministro irlandés Simon Coveney, que este semestre coordina las negociaciones por asumir la presidencia de turno de la UE, ha pedido a sus socios una actitud "realista" y "flexible" que le permita negociar en nombre de los 27 la reforma con el resto de instituciones en la mesa, la Comisión y el Parlamento Europeo. "Sin concesiones, vamos a encallar", ha advertido a los ministros.

Los ministros han mantenido un debate público en Bruselas para evaluar el margen de maniobra y varias delegaciones han fijado sus líneas rojas para advertir de que no ven con buenos ojos todas las concesiones propuestas por Coveney para satisfacer a los eurodiputados.

El ministro español, Miguel Arias Cañete, advertía a primera hora del día de que el margen de maniobra era "estrecho" y defendía que el Consejo ya había cedido a demandas de las otras partes en el mes de febrero, por lo que emplazaba a la Eurocámara y a la Comisión a mostrar "flexibilidad" en esta ocasión.

Fin de los descartes

Y en el curso del debate, Arias Cañete ha dejado claro a sus colegas europeos que España sería el país "más afectado por el cambio de reglas" en el fin progresivo de los descartes que pactaron los 27 en febrero, porque obliga a descargar en puerto todo lo capturado, incluida la pesca que normalmente es arrojada al mar por su escaso valor comercial o por las dificultades para su conservación.

Los pescadores españoles se ven obligados a descartar "miles de toneladas de pescado porque no dispone de cuota desde la adhesión, y no porque a nuestros pescadores les guste hacerlo", ha insistido el ministro También ha afirmado que España va a ser "quién más contribuya" al fin de los descartes, pero pedir para ello una "equidad y flexibilidad" que permita esquivar un cambio "traumático".

Los cambios consensuados en febrero supondrán "un enorme esfuerzo de adaptación" para la flota española, que suma 10.500 buques y cuenta con 41.000 empleos directos, en "una coyuntura económica muy grave", ha explicado el titular español al resto de ministros, para apoyar la necesidad de mantener la idea de un mínimo de descartes en las especies sometidas a la obligación de desembarque.

En cuanto al objetivo de una pesca que cumpla con el Rendimiento Máximo Sostenible en el horizonte de 2015 "siempre que sea posible" y en 2020 para el resto de los recursos, la Eurocámara no acepta esa flexibilidad, pero los gobiernos defienden este calendario. Países con importantes flotas, como España y Francia, recogen la "preocupación" de la Eurocámara por los stocks fuera de límites biológicos de seguridad y contemplan incluir objetivos de biomasa, aunque "en términos no vinculantes" y con una fecha objetivo de 2020, en el caso de España.

El ministro irlandés, por su parte, ha pedido a los ministros que revisen sus aspiraciones y, si bien ha concedido que él también "preferiría" mantener la posición consensuada el pasado febrero, también ha dejado claro que esa posibilidad "no es realista". En este sentido, Coveney ha pedido que los países se "adapten" a algunas de las demandas de los eurodiputados y ha pedido trabajar para "ser realistas y garantizar una reforma que se pueda aplicar y tenga sentido".

Tras el primer debate público, las delegaciones inician los trabajos a nivel técnico para identificar posibles puntos de encuentro y a primera hora del martes la presidencia irlandesa comenzará los llamados 'confesionarios', reuniones individuales con cada Estado miembro y la Comisión para afinar un documento de consenso.

Riesgo de que quede aparcada

Aunque Irlanda mantiene el firme objetivo de lograr un acuerdo en mayo que le permita centrar los esfuerzos de junio en la reforma agrícola, las fuertes divergencias entre las tres instituciones dificultan el consenso.

Fuentes europeas alertan del riesgo de que la reforma pesquera quede aparcada 'sine die' si en mayo se bloquea la discusión, porque la agenda está ya muy cargada en el próximo semestre y 2014 será un año de pocos cambios debido a las elecciones europeas y al cambio de Ejecutivo comunitario.

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