La dirección del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Príncipe Felipe, ubicado en las inmediaciones de la frontera del Tarajal, en una de las barriadas más deprimidas de Ceuta, cerrará su comedor escolar a partir del próximo miércoles por falta de fondos para mantenerlo abierto al no haber transferido aún el Ministerio de Educación a ninguno de los centros locales que ofrecen este servicio las partidas para sufragarlo que habitualmente ingresaba durante el primer trimestre del año.

Según han informado fuentes de la comunidad educativa local, en el comedor del CEIP Príncipe Felipe comen a diario "alrededor de 110 niños". "Muchos de ellos", han añadido docentes con experiencia en sus aulas, tienen en el colegio "la única comida diaria asegurada".

En Ceuta, donde el Ministerio de Educación mantiene las competencias educativas sin transferir, como en Melilla, hay ocho centros educativos que ofrecen comedor escolar. A cambio, reciben una dotación de aproximadamente 3,5 euros por alumno becado y día para su sostenimiento. Algunos colegios piden a las familias de sus estudiantes una contribución extra para su financiación y otros no, según la extracción social de su entorno.

El año pasado, la Administración educativa ya retrasó más allá del verano el pago de esta y otras partidas de gastos generales a los centros, lo que obligó a algunos a dejar de dar comidas durante el mes de junio. Este ejercicio, el Ministerio ha vuelto a reclamar a los colegios el estado de sus cuentas bancarias al cierre del año natural y académico.

La Junta de Personal Docente No Universitario "teme" que los Servicios Centrales pretendan acometer un recorte "general" del presupuesto de los centros "bajo el prejuicio de que todo en la Educación ceutí está sobredimensionado, plantillas y recursos económicos, y hay que recortarlos aunque se trate de la ciudad con peores ratios de alumnos por aula, fracaso y abandono escolar", según ha asegurado su presidente, Juan Luis Aróstegui.