Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha pedido al resto de los partidos que "no salpiquen la imagen de los aragoneses con sus caprichos lingüísticos".

Tras la aprobación de la Ley de Lenguas, y la polémica surgida sobre la denominación de las modalidades orientales y pirenaicas, UPyD-Aragón ha lamentado que los partidos políticos hayan transmitido al resto de España una imagen "aldeana", que nada tiene que ver con los aragoneses.

El coordinador de UPyD en Aragón, Carlos Aparicio, se ha mostrado contundente al afirmar que "hemos llegado a este punto tras un largo proceso en el que algunos partidos enarbolaron el banderín de las lenguas para atraer votos emocionales".

Según el dirigente de Unión Progreso y Democracia "nunca había existido el menor problema en esas zonas hasta que los políticos se metieron en el asunto".

Aparicio ha lamentado que "las denominaciones LAPAO y LAPAPYP hayan servido de motivo de burla en periódicos, redes sociales y tertulias de radio y televisión porque los aragoneses tienen ya poco que ver con el tópico del chufla, y es muy triste comprobar que sus representantes se encargan de resucitar los estereotipos más simplistas".

Sin embargo, Aparicio ha opinado que esa cuestión es anecdótica y que el verdadero problema es el que han creado los partidos "al intentar hacer ingeniería social a costa del idioma".

Idioma materno

Aclarando que la principal lengua propia de Aragón "es el español, que es el idioma materno del 96 por ciento de los aragoneses", Aparicio ha estimado que este hecho es "perfectamente compatible con la existencia de otras modalidades lingüísticas, tan dignas como el español y cuyos hablantes tienen pleno derecho a mantener y utilizar".

En cambio, ha dicho que es un "sinsentido" la pretensión de PSOE y CHA de convertir unas lenguas "respetables pero muy minoritarias" en idiomas cooficiales en todo el territorio aragonés, puesto que "en un mundo globalizado, en el que trabajadores extranjeros se ganan la vida en España y arquitectos españoles se la ganan en Alemania, obligar a los niños aragoneses a estudiar esas lenguas sería una torpeza que solo hipotecaría su futuro".

El portavoz de UPyD-Aragón ha señalado que, tras esa maniobra está el interés partidista de crear una red "clientelar" de profesores y traductores y "no deseamos para Aragón el mismo ridículo que hace el Senado con sus famosos pinganillos".

Para terminar, el líder del partido magenta ha recordado que las lenguas son instrumentos de entendimiento y no de conflicto, y que pertenecen a los hablantes y no a los políticos porque "cuando los políticos se apoderan de las lenguas, siempre terminan utilizándolas contra alguien", ha sentenciado.