Condenado a cinco años por incendiar la casa donde vivía con su madre por sus malas relaciones

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre de 45 años de edad, identificado como Carlos S.C., por incendiar la casa donde convivía con su madre debido a las malas relaciones que mantenían ambos.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre de 45 años de edad, identificado como Carlos S.C., por incendiar la casa donde convivía con su madre debido a las malas relaciones que mantenían ambos.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial condena al acusado, por un delito de incendio, a cinco años de prisión y a que indemnice a su madre en el importe de los daños causados en su vivienda.

El tribunal considera probado que el procesado convivía con su madre en una vivienda de la calle Zambra de la capital hispalense, con la que no mantenía buenas relaciones, lo que había motivado que el condenado "amenazara con prender fuego a la casa en alguna ocasión".

La amenaza la cumplió sobre las 13,00 horas del 13 de febrero de 2012, cuando prendió fuego al armario de su habitación, extendiéndose las llamas al resto de dicha habitación y quedando la vivienda ennegrecida por el humo y existiendo riesgo de propagación a los pisos colindantes, que se encontraban habitados.

Finalmente, el fuego no se propagó gracias a la acción de los bomberos, que, avisados por los vecinos, sofocaron el fuego. No obstante, tanto en la vivienda afectada como en los pisos colindantes y las zonas comunes se produjeron pequeños daños.

La Audiencia estima que "existió un evidente peligro de propagación del fuego" al resto de las viviendas del edificio, así como "un claro peligro" para la vida e integridad física de los vecinos, constando que el procesado causó el fuego "de forma intencionada".

Aunque "es cierto que nadie vio" al encausado prender fuego a la vivienda, de las pruebas practicadas "se desprenden indicios suficientes para afirmar" que el acusado metió fuego al inmueble, ya que su propia madre "señaló que cuando se marchó de la vivienda dejó a su hijo en el interior".

De su lado, el condenado admitió en el juicio que esa mañana estuvo fumando en el interior de la vivienda, "no descartando que fuera él quien causara el fuego", a lo que se suma el informe de la Policía Científica, que concluye que el incendio fue provocado de forma voluntaria, todo lo cual "permite afirmar que fue el procesado quien, sobre las 13,00 horas, prendió fuego al piso donde vivía".

Además, "no existe la menor duda sobre el peligro de propagación del fuego al resto de las viviendas del edificio, con el consiguiente peligro que supuso el incendio para la vida e integridad física de los vecinos", dice el tribunal, quien tacha en este sentido de "fundamental" el informe pericial mencionado, "que confirma el evidente peligro del fuego para la integridad de las personas ante el riesgo de su propagación por la emisión de gases, la hora en que tuvo lugar y la presencia de moradores en otros pisos".

"Resulta evidente que el procesado conocía que el edificio estaba habitado, pese a lo cual prendió fuego al piso abandonándolo a continuación, lo que supone una conducta claramente dolosa", concluye la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.

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