Detrás de L. A. se esconde el músico mallorquín Luis Albert Segura. Su folk elegante de factura americana ha hecho que muchos le señalen como una de las grandes sensaciones del rock actual. Tras presentar en Madrid su último álbum, Dualize, la gira continúa por Zamora, Barcelona y Valencia.

Dicen que este es su disco más luminoso. ¿En momentos como el actual se necesita más color y positivismo?

Sí, ya tenemos suficiente con lo que vemos cada día en el telediario. No tengo poder para salvar a nadie de la crisis pero ojalá el disco sirva para que alguien se olvide un rato del dolor y la desesperanza.

¿Era ese el objetivo de 'Dualize'?

No exactamente. El disco anterior tenía un trasfondo oscuro y melancólico. Coincidió con una ruptura sentimental y aquello convirtió al álbum en una película en blanco y negro con una carretera polvorienta de fondo. Ahora me siento más maduro, más mayor, más cómodo, miro al frente y hago discos con más luz.

A la crítica especializada hace tiempo que se la metió en el bolsillo. ¿El público es más duro de pelar?

Me gustaría llegar al mayor número de personas posible con mi música, pero no quiero que gustar al público se convierta en mi principal preocupación. No me imagino como una máquina de hacer hits. Sigo haciendo lo que me gusta y no me va del todo mal: ya voy por el sexto disco.

Se ha ido a grabar a EE UU. ¿El sonido que busca es imposible de lograr en España?

He crecido con la música anglosajona y escuchando a Jimi Hendrix, The Beatles...  Mi obsesión por sonar como mis ídolos es lo que me ha conducido a cruzar el charco. Cuando escuché la primera mezcla de Dualize, se me saltaban las lágrimas.

En España su música tiene un sabor americano. ¿A qué sabe en América?

Muchos estadounidenses coinciden en que aunque sueno cercano a otros grupos americanos, mi música incluye un deje exótico que, por ejemplo, nunca tendría una banda de Cincinnati.  Esa cadencia o armonía que resulta diferente, quizá por mis raíces, es allí mi fuerte.

¿Por qué es tan difícil para las bandas españolas exportar su música?

No siempre es así. Delorean lleva años girando por EE UU y ha tocado en festivales y salas de más de 500 personas, está en el circuito. Reconozco que cantando en castellano es más fastidiado, pero creo que sobre todo es una cuestión de poner los codos e ir a  por ello.

¿Echa algo de menos de sus tiempos como batería de Nasch?

Echo muchísimo de menos esa estapa y me encanta recordarla. Adoro la batería.  Siempre que puedo me siento a tocar un rato.

L. A. estará tocando este mes en la Sala Joy Eslava de Madrid (10 de mayo), ZIP Festival de Zamora (11 de mayo), Sala Bikini de Barcelona (17 de mayo), Sala Wah Wah de Valencia (24 de mayo), Pulpop Festival de Roquetas de Mar (6 de julio), Festival BBK Live de Bilbao (12 de julio), Santander Music Festival (2 de agosto) y Festival Sonorama en Aranda de Duero (17 de agosto.

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