José Antonio Rodríguez y Ángeles Bernardo, Paisanos del año 2013

José Antonio Rodríguez Vidal y Ángeles Bernardo Argüelles recibirán este domingo, a las 12.00 horas, en el Auditorio de Oviedo, los galardones de Paisano y Paisana del año 2013. El condecorado, más conocido por 'José, de Casa Rafaela', de 92 años de edad reside en Bustoburniego (Tineo). Mientras que la galardonada de 96 años proviene de San Román de Candamo.
Ángeles Bernardo Y José Antonio Rodríguez Son Los Paisanos Del Año 2013
Ángeles Bernardo Y José Antonio Rodríguez Son Los Paisanos Del Año 2013
CAJA RURAL
Ángeles Bernardo Y José Antonio Rodríguez Son Los Paisanos Del Año 2013

José Antonio Rodríguez Vidal y Ángeles Bernardo Argüelles recibirán este domingo, a las 12.00 horas, en el Auditorio de Oviedo, los galardones de Paisano y Paisana del año 2013. El condecorado, más conocido por 'José, de Casa Rafaela', de 92 años de edad reside en Bustoburniego (Tineo). Mientras que la galardonada de 96 años proviene de San Román de Candamo.

A través de una nota de prensa de Caja Rural ha indicado que la entrega de los premios será el 12 de mayo a las 12.00 en el Auditorio Príncipe Felipe de Asturias.

En la actualidad, José disfruta de su familia con Soledad y sus 4 hijos, dos mujeres y dos varones, que le han dado 8 nietos y 9 bisnietos. Es un hombre afable y de conversación amena, se define como "futbolero", aunque no tenga un equipo preferido, o al menos eso dice, "lo que me gusta es ver jugar". También ha sido jugador de bolos, sobre todo bolo celta, aunque también le tira la cuarteada, afición en la que le ha seguido su hijo Genaro.

En cuanto a Ángeles lo que le gusta es oír la misa por la tele todos los días a las 12.00 horas, leer el periódico, y los seriales de la tele, sobre todo "los del otro lado del charco".

El paisano del año

José nació en Miño, en 1920, benjamín de una familia de 9 hermanos. En aquellos tiempos la gente trabajaba en el campo en una economía de subsistencia. En su casa se sembraba maíz, patatas, trigo, fabas Y remolacha. En Miño, su pueblo, fue a la escuela, pues sus padres "siempre estuvieron muy interesados en que sus hijos tuvieran formación. A los 11 años, y desde Navelgas, se fue al convento de los dominicos en Caldas de Besaya.

Eran tiempos difíciles y no había "ni dinero, ni de dónde sacarlo", por ello decidió aprender un oficio, y éste fue el de "madreñero", para sacar algún dinero. Después vino la guerra, fue uno de los de "Quinta del Biberón". A los 23 años se casó con Soledad Parrondo, un matrimonio que ya dura 70 años y se trasladó a Bustoburniego.

Ha sido y es José hombre emprendedor y con visión de futuro; cuando llegó al pueblo no había escuela, había 17 niños y con 10 ya tenían derecho a ella. Así que junto a sus vecinos tramitaron la solicitud y en sextaferia sacaron el proyecto adelante. Pasado el tiempo, otra fue la odisea para conseguir avances para el pueblo y la comarca. Ahora se trataba de conseguir la carretera que en ese momento sólo llegaba a Villatresmil. Entre todos los vecinos, escuadraron la carretera e hicieron la cuneta. A partir de aquí después llegó la apisonadora, y la carretera, que al principio era una pista, estaba conseguida y era una realidad.

La nueva carretera les permitía también incorporarse a nuevas formas y hábitos de trabajo, pues los camiones ya podían llegar a las casería y éstas podían entregar la leche, lo que poco a poco fue permitiendo el avance, la mejora y la ampliación de las explotaciones ganaderas.

También y con su habitual humildad nos cuenta José de la consecución en el pueblo, y siempre "con el trabajo en unión, como abanderado", la ampliación de la traída de agua, o la importancia que tuvo en el mundo rural la concentración parcelaria.

Paisana del año

Ángeles nació en el barrio de "El Carbayeo", en las alturas de San Román. Tuvo 9 hermanos, una de ellas su gemela, Aída. Su relación con el campo fue siempre y fundamentalmente a través de la huerta; cultivaban trigo, que posteriormente convertían en harina en el molino, para en el "forno de casa" hacer pan para el consumo familiar, patatas, fabes... Pronto empezó a acudir con su madre a Oviedo, a El Fontán, a donde llegaban tras coger "el mercancías de las 6 de la mañana, del Vasco" (ahora FEVE), "cargadas con los paxos de ciruelas, fresas, y otras frutas", dependiendo de la época del año, pues su madre comerciaba fundamentalmente con frutas.

Se casó con Benjamín. Con una sonrisa en los labios recuerda cuando en su noviazgo o cortejo se había enfadado con el que más tarde sería su marido, y en Grado tuvo otro pretendiente. Superado el enfado y recuperadas las relaciones, en el próximo encuentro en Grado, la que acudió a la cita con el "pretendiente" fue su hermana gemela, Aída, sin que el interesado se diese cuenta del "cambiazo".

Los domingos acudían al baile y aquellos bailes eran con orquesta, eso sí había que volver a casa con la luz del día, nada de "de noche"; en el verano a las fiestas de "prao" del concejo y limítrofes.

Tiempos duros hubo, como cuando la guerra. Tiempos en los que su casa familiar fue comandancia de los milicianos y su familia se desplazó a Las Parrucas, también en el concejo, dónde una familia los acogió, dejándoles cocinar en su casa y durmiendo en el suelo del hórreo.

Su marido era carpintero y de familia de posibles, pues tenían negocios en La Habana, así que el viaje de novios de Ángeles fue a Madrid, hospedándose en el Palace. Tuvo 5 hijos, que le han dado 6 nietos. Preparados los niños para el cole, ella salía de casa a cuidar su huerta, en "Llampreal" donde cuidaba y mimaba sus patatas y sus lechugas, con las que acudía los domingos al mercado de Grado.

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