Un informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha criticado la ocupación israelí en Jerusalén Este y las restricciones de movimientos en los territorios palestinos, ya que están provocando el aislamiento de los palestinos y su empobrecimiento frente a los residentes israelíes de la ciudad.

La UNCTAD ha realizado un estudio a fondo de la economía en Jerusalén Este y las diferencias entre los diferentes ciudadanos según su origen.

El 77 por ciento de las viviendas no judías viven por debajo del umbral de la pobreza frente al 25 por ciento de las casas hebreas. En el caso de los menores, el 85 por ciento de los niños no judíos viven por debajo de ese umbral frente al 45 por ciento de los judíos.

El informe indica que el Gobierno israelí, como "potencia ocupante" debe "actuar con vigor para mejorar las condiciones económicas de Jerusalén Este y de los residentes palestinos". El estudio apostilla que la restricción de movimientos de los palestinos en Cisjordania han provocado que se reduzca el desarrollo de Jerusalén Este.

Según el documento, la economía de Jerusalén Este se ha reducido a la mitad en los últimos veinte años por estas restricciones. Por su parte, Israel asegura que debe restringir los movimientos de los palestinos en la zona por motivos de seguridad.

Los acuerdos de paz de Oslo de 1993 otorgaban a los palestinos la autodeterminación en Cisjordania, pero los palestinos en Jerusalén son considerados como "residentes permanentes" de Israel.

Sin embargo, los 300.000 palestinos que viven en la localidad, un tercio de la población de la ciudad, reciben el 7 por ciento de los fondos de la localidad, a pesar de que pagan los mismos impuestos, según el investigador Raja Kalidi.