Condenan a un agente portuario a siete años de cárcel por participar en el robo de 3.500 kg de marihuana

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un agente de Policía Portuaria a una pena de siete años y medio de prisión por participar en febrero de 2011 en el robo de 3.592 kilos de marihuana escondidos en un contenedor en el puerto de Valencia. A otros tres acusados les ha impuesto siete años de cárcel, según consta en la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un agente de Policía Portuaria a una pena de siete años y medio de prisión por participar en febrero de 2011 en el robo de 3.592 kilos de marihuana escondidos en un contenedor en el puerto de Valencia. A otros tres acusados les ha impuesto siete años de cárcel, según consta en la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Todos ellos están condenados por un delito contra la salud pública y otro de robo con fuerza en las cosas, y se les fija una multa de tres millones de euros, con un arresto sustitutorio de ocho meses en caso de impago.

Los hechos se remontan a enero de 2011, cuando la Agencia Tributaria aprehendió en el interior de un contenedor un total de 6.301 kilos de marihuana. Este contenedor, con la sustancia intervenida, fue depositado en el tinglado 14 del Muelle del Turia del Recinto Portuario de Valencia, hasta que el juzgado autorizase la destrucción.

Por parte de los funcionarios de la Agencia Tributaria, se colocó, como medida de cierre del contenedor, un precinto de plástico. La vigilancia del mismo fue encomendada a la Policía Portuaria.

Seguidamente, en febrero del mismo año, tres de los acusados, junto con otras personas no identificadas, accedieron al recinto portuario a través de la entrada sur con un vehículo tracto-camión, que se encontraba enganchado a un semirremolque, con una matrícula confeccionada.

Sobre las 21.50 horas, el tracto-camión fue estacionado junto al portón del tinglado 14. Posteriormente, uno de los acusados, junto a personas no identificadas, y a bordo de otro coche, acudieron a la parte trasera de este tinglado. Este vehículo fue alquilado por otra acusada en el aeropuerto de Valencia, a sabiendas de cuál iba a ser su uso, según consta como probado en la sentencia.

Con una llave inteligente

Una hora más tarde, el agente, quien en ese momento tenía a su cargo la custodia del depósito judicial, se desplazó con su coche al tinglado y accedió al interior por la puerta peatonal con la llave inteligente. Al mismo tiempo, facilitó el acceso a otra persona, quien se introdujo y esperó a la salida del agente para abrir el portón.

Momentos después, se introdujo en el tinglado el tracto-camión, y una vez dentro, uno de los acusados, en compañía de otras personas no identificadas, fracturaron el candado, rompieron los precintos del contenedor y se apoderaron de 3.500 kilos de marihuana, con un valor en venta de 3.240.618 euros. La finalidad era destinar esta droga a terceros. Los procesados trasladaron la droga al semirremolque y salieron todos a continuación, cerrando las puertas del tinglado.

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