'Cruising' musical, ¿en tu disco o en el mío?

Antonio Arias (Lagartija Nick, Los Evangelistas) posa con Soleá Morente, su compañera en el disco 'Encuentro'.
Antonio Arias (Lagartija Nick, Los Evangelistas) posa con Soleá Morente, su compañera en el disco 'Encuentro'.
Jorge París
Antonio Arias (Lagartija Nick, Los Evangelistas) posa con Soleá Morente, su compañera en el disco 'Encuentro'.

La mayoría de las estrellas actuales que brillan en los mercados internacionales lo han probado... y han repetido. Se trata de concubinatos musicales, una práctica de carácter esporádico —no suelen durar más de una canción y un videoclip— y en el que artistas habituados a trabajar en solitario se entregan a un intercambio de sinergias y sonidos. ¿Los motivos? El de saborear nuevas experiencias, devolver favores, abrirse puertas o contentar a discográficas, devotas de la fórmula.

Beyoncé dispone de una de las listas más largas de affairs rítmicos. Antes de que Jay-Z se convirtiera en su marido, le aturdió con sus meneos en un clip común: el de Crazy in Love. Luego volvió a hacerlo con Pitbull, Kanye West, Alejandro Fernández...  y con mujeres como Lady Gaga y Shakira. El espectáculo de ver a esas reinas del contoneo competir en agitación dejó en YouTube más de 40 millones de visitas y múltiples jadeos.

La promiscuidad profesional de Justin Timberlake también es de sobra conocida. Y la de Pitbull. Y la de Rihanna. La de Barbados, además de flirtear con los más célebres productores del momento (David Guetta, Calvin Harris...), se ha metido e n el estudio con Chris Brown, Nicki Minaj e, incluso, David Bisbal, uno de los pocos españoles que ha sido aceptado en estos juegos de parejas.

Un fenómeno en auge

Si bien estas uniones temporales no son tan frecuentes en España, van en aumento. El interés comercial acecha detrás de muchas de ellas. Desde el sello Warner admiten que la reciente colaboración entre Jesse & Joy –un grupo de pop que arrasa en México- y el superventas Pablo Alborán no es fortuita: con ella se pretende introducir a los primeros en el mercado ibérico, y al malagueño, en el centroeuropeo. Así todos salen ganando.

Pandilla VoladoraLa versión ménage à trois llega con Loquillo, Ariel Rot y Leiva, que unirán sus destinos en una gira durante los próximos meses. Y las 'orgías' sonoras son representadas por las 'superbandas' o agrupaciones de varios artistas conocidos previamente por su trabajo individual. En solo un par de meses se han dado a conocer tres en España: la delirante La Pandilla Voladora, formada por Albert Pla, Lichis, Tomasito, El Canijo de Jerez y Muchachito Bombo Infierno; la indie León Benavente, con Eduardo Baos (Tachenko), César Verdú (Schwarz) y Luis Rodríguez y Abraham Boba (Nacho Vegas), y la agrupación de Los Evangelistas (con miembros de Lagartija Nick y Los Planetas) con Soleá Morente.

Para El Canijo y Muchachito, no hay duda: "la unión hace la fuerza". Aunque para que una banda numerosa sea imparable es fundamental "que todos remen en la misma dirección", advierte el segundo, quien defiende que más que llegar a nuevos públicos, el proyecto sirve para "liarla mucho" y que algunas canciones adopten un nuevo "punto psicotrópico y mucho humor".

El rap, el género que casa con todo

Pero si un género es especialmente activo en uniones artísticas, ese es el hip hop.

El Chojín"En el rap somos muy endogámicos, hemos entendido que somos una gran familia y la escenificación de eso son las colaboraciones entre nosotros", aclara El Chojín.

Eso explica, por ejemplo, que en su nuevo disco, I.R.A, participen numerosos MC. Pero no que en una de sus canciones se escuche la voz de la artista flamenca Diana Navarro. O que en el pasado se aliara con El Gran Wyoming para grabar un corte, y con el cantautor Luis Eduardo Aute para grabar otro.

El Chojín se encoge de hombros: algunas de esas experiencias responden al deseo de encontrar cosas nuevas... y, otras, a la amistad casual con esas personas.

Las relaciones más raras

Duo KieDuo Kie también presumen de extrañas compañías en su nuevo álbum, Inferno. Por ejemplo, la del vocalista de la banda de pop Miss Caffeina, Alberto Jiménez, en el tema Fuerte. "El rap es una música muy elástica porque es muy rítmica. Si haces rap sobre una base de rock, sonará a rap. ¡Va bien hasta con polca!", asegura Javi 'Locus', el 50% del dueto, quien advierte que estas colaboraciones 'raras' son armas de doble filo: "Puede acercarte a nuevos públicos... y que la gente del rap que habitualmente te sigue te tache de vendido". ¿Entonces merece la pena correr el riesgo? Locus sonríe: "Sí, por el morbete que da ver cómo quedan tus bases y rimas bajo otro prisma".
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