Plaza Mayor: una ruta por las más bellas de Castilla-La Mancha

La Plaza Mayor es el verdadero corazón de las villas de Castilla-La Mancha. Centro neurálgico durante la Edad Media, y aún hoy, algunos de estos recintos han sobrevivido conservando todo el sabor de la arquitectura tradicional.

El recinto se compone de un gran espacio vacío definido por su contraste con un buen número de fachadas. La Plaza Mayor, normalmente más amplia y regulada arquitectónicamente que el resto de las plazas del municipio, llega a constituir el elemento más definitorio y relevante de una localidad.

Estos son algunos brillantes ejemplos de plazas mayores con mucha historia pero muy vivas:

Tarazona de La Mancha (Albacete)

Construida en el siglo XVII, su Plaza Mayor es el centro de referencia que ilumina de vida a la localidad y supone un hermoso ejemplo de arquitectura civil. Hubo un tiempo en sus orígenes en que fue un recinto cerrado, accesible sólo a través de arcos. A su alrededor se conservan unos edificios de notable interés, de buena fábrica y balcones volados de madera, con balaustres y aleros.

Alcaraz (Albacete)

En la Plaza Mayor de Alcaraz, de 1592, confluyen calles empinadas y estrechas con casonas de rancio abolengo, fachadas platerescas, patios barrocos, escudos nobiliarios y gigantes sobre sillares de almagra. El espacio es dominado de forma rotunda por dos torres de gran belleza: la Trinidad y la del Tardón. En el ala norte del rectángulo porticado que forma la plaza se ubica la Lonja del Ahorí, reconvertida en Ayuntamiento.

Almagro (Ciudad Real)

La suya es uno de los ejemplos más importantes de las plazas mayores medievales con su singular tono predominantemente verdoso. En el entorno destaca el mesón, con un Corral de Comedias donde se vienen representando obras desde el siglo XVII, el callejón del Toril, o las Casas Consistoriales.

Daimiel (Ciudad Real)

La plaza de Daimiel, de planta rectangular y soportales comerciales, fue erigida en el siglo XVI sobre otra ya existente y de mayor antigüedad. Denominada de Los Portales Blancos, sus corredores y galerías abiertos se cerraron con el transcurrir de los años.

San Clemente (Cuenca)

En su Plaza Mayor se ubicó una fortaleza de la Orden de los Caballeros del Templo de Jerusalén, convertida con el tiempo en la espléndida Colegiata de Santiago. En el siglo XVI se construyeron las Casas Consistoriales. El Ayuntamiento conserva en su fachada un gran escudo real de la dinastía de los Austrias.

Cifuentes (Guadalajara)

La Plaza Mayor del municipio alcarreño de Cifuentes data del siglo XVI y destaca sobre todo por su forma, puesto que se trata de un inusual recinto triangular. El Ayuntamiento preside la vista desde su posición en uno de los lados, estando el resto formado por fachadas de viviendas típicas de Guadalajara, con planta baja y principal y tejados de teja.

Tembleque (Toledo)

Su plaza Mayor, una de las más espléndidas de la región, está declarada Monumento Histórico Artístico. Se edificó a finales del siglo XVI y en sus antepechos figura la Cruz de la Orden de San Juan también conocida como Orden de Malta. Destaca en especial un torreón de madera levantado sobre columnas de orden toscano. Presenta el patrón arquitectónico típico de soportales sostenidos por sendas columnas de granito y dos corredores que siguen la estructura propia de estas construcciones manchegas.

El Toboso (Toledo)

Como su nombre indica, la Plaza Mayor de El Toboso fue levantada con piedras blandas o tobas. La que pasa por ser una de las localidades más antiguas de La Mancha, albergó una población de unos 20.000 vecinos en el siglo XVI que tuvieron su lugar de reunión en este espacio.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!