El coste medio de una comunión en Andalucía asciende a 1.246 euros, un 26,7% menos que el año pasado

El coste medio de una comunión en Andalucía es de 1.246 euros, un 26,7 por ciento menos que el año pasado y más de 500 euros menos que la media nacional, que se sitúa en 1.768 euros, un 16,8 por ciento menos que en 2.012, según la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI), que atribuye el descenso generalizado a la crisis económica, que ha obligado a bajar los precios de los atuendos y banquetes, así como de los servicios complementarios a los mismos.

El coste medio de una comunión en Andalucía es de 1.246 euros, un 26,7 por ciento menos que el año pasado y más de 500 euros menos que la media nacional, que se sitúa en 1.768 euros, un 16,8 por ciento menos que en 2.012, según la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI), que atribuye el descenso generalizado a la crisis económica, que ha obligado a bajar los precios de los atuendos y banquetes, así como de los servicios complementarios a los mismos.

Andalucía es la quinta región en la que resulta más barato esta celebración, superando solo a Asturias, Castilla La Mancha, Extremadura y Canarias, donde una comunión cuesta entre 1.357 y 1.026 euros de media. La región que suma un coste más elevado es Madrid, con 2.527 euros.

El principal gasto de esta celebración es la comida que se ofrece a los invitados después de la ceremonia. El precio medio del cubierto varía en función del restaurante y del menú elegido, pero se ha rebajado situándose entre los 30 y los 50 euros por comensal de media nacional.

En los últimos años se había convertido en una costumbre contratar un animador infantil cuyo coste se ha reducido a unos 100 euros, pero este año se ha detectado un gran número de restaurantes que lo ofrecen como oferta en los banquetes de comunión.

En lo que se refiere a los trajes, en el caso de los niños cuestan unos 80 euros de media y en el de las niñas, unos 130, importe al que hay que sumarle los zapatos, complementos y peinado, lo que supone que un niño entre en la iglesia por unos 147 euros mientras las niñas lo hacen por 229.

El reportaje fotográfico y de vídeo rebaja su precio un ocho por ciento de media, estableciéndose su coste en 230 euros de media. Se reduce asimismo el importe de los obsequios buscando artículos que ronden el euro la unidad.

Para Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, la reducción en el gasto viene motivada por "las recesiones que han sacudido España y que ha causado una grave situación económica a las familias. Se ha detectado que muchas familias aplazan la comunión o deciden hacer una pequeña celebración en casa después de la ceremonia religiosa ante la escasez de recursos".

La evolución en los últimos años del coste medio estimado de la celebración de una comunión ha registrado una tendencia a la baja desde el año 2.010. Esto se debe a que los restaurantes y profesionales del sector han preferido rebajar precios ante la coyuntura económica para evitar perder una fuente importante de sus ingresos en esta época del año.

Samayoa recomienda visitar varios establecimientos y comparar precios. "Siempre es conveniente tener en cuenta si se incluyen todas las bebidas y algún servicio adicional, como animación o zona de juegos. Por supuesto, no hay que olvidar pedir factura para tener un justificante en caso de que sea necesario reclamar", ha indicado.

Además, la federación recomienda comparar precios y calidades, ajustar el presupuesto a las posibilidades económicas de la unidad familiar, hacer la reserva del restaurante con la suficiente antelación y solicitar a éste un presupuesto y contrato por escrito en el que se indique precio y menú detallado.

En caso de contratar un reportaje de vídeo o fotográfico insta a concretar las características de estos por escrito para evitar sorpresas a la hora de abonar la factura, conservar todos los justificantes de pago, facturas así como publicidad y cualquier tipo de documentación o evitar recurrir a créditos rápidos, que multiplicarán la cantidad solicitada dificultando su devolución e intentar que los regalos respondan a necesidades reales del menor.

Del mismo modo, recomienda aprovechar aquellos elementos que pueden prestar familiares como el can-can del vestido de las niñas o adquirir aquellos a los que después se les pueda dar otros usos como camisas o unos zapatos que después se puedan teñir para su utilización diaria.

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