El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha dicho que es "inaceptable" que las empresas de los países del Sur deban pagar más para financiarse que las de los Estados miembros del Norte y ha reclamado al Banco Central Europeo (BCE) una "actuación más comprometida" para acabar con esta fragmentación y facilitar que el crédito llegue a las pymes, tal y como pide el Gobierno español.

"Las restrictivas condiciones de crédito suponen un enorme lastre para la recuperación y afectan con mayor fuerza a las pequeñas y medianas empresas", ha dicho Van Rompuy en un discurso pronunciado en Estoril cuyo contenido se ha difundido en Bruselas. "Hoy es mucho más caro pedir prestado para una empresa portuguesa o italiana que para una compañía similar basada en Austria o Bélgica: esto es inaceptable", ha denunciado.

"Está claro que debe hacerse algo", ha insistido el presidente del Consejo Europeo. A su juicio, los Gobiernos nacionales pueden ayudar, al igual que el Banco Europeo de Inversiones, pero "el núcleo del problema tiene que ver con la fragmentación financiera, que ponen en riesgo algunos de los logros clave de Europa".

Este problema, ha proseguido Van Rompuy, "exige una actuación incluso más decidida del BCE, en buena inteligencia con los Gobiernos y otras instituciones europeas —y dentro de los estrictos límites de su mandato— porque el BCE no puede ni debe resolver todos los problemas de Europa en solitario".

El presidente del Consejo Europeo ha resaltado que, pese a que la emergencia de la crisis se está alejando, "los déficits excesivos todavía deben contenerse". "Al mismo tiempo, claramente, los déficits no pueden eliminarse de la noche a la mañana: ello crearía el riesgo de una espiral descendente, que sería autodestructiva", ha señalado.

En su opinión, lo importante ahora es encontrar "el ritmo adecuado" para "reducir los déficits presupuestarios de forma constante pero gradual y proteger las fuentes de crecimiento". "Tras tres años de sacrificios, comprensiblemente, la paciencia se está agotando", ha reconocido, en referencia a la "fatiga de reformas" en los países del sur.

Van Rompuy ha pedido a los Gobiernos que se centren ahora en "medidas estructurales" y reformas para mejorar las condiciones económicas "de forma duradera". En su opinión, es "urgente" aplicar además medidas para reactivar el crecimiento y luchar contra el paro. "Volveremos a esta cuestión en el Consejo Europeo de junio, en el que propondré medidas adicionales para una actuación inmediata en materia de crecimiento y empleo, especialmente dirigidas a los jóvenes", ha anunciado Van Rompuy.

Finalmente, ha reclamado seguir avanzando hacia la unión bancaria con la puesta en marcha de los mecanismos únicos de supervisión y de liquidación de entidades quebradas. "No podemos permitirnos un sistema a medio construir (*) No se puede tener uno sin el otro", ha subrayado.

Van Rompuy afirmó hoy los tiempos que vive Europa precisan de "coraje político" de los gobiernos ante su pérdida de popularidad por adoptar medidas de ajuste económico. "Sé que es un momento de coraje político y muchos líderes muestran este coraje, también aquí, en Portugal", señaló.

Los gobiernos deben asumir riesgos "en sus partidos y personalmente", y actuar con convencimiento y responsabilidad a pesar de no contar con el apoyo popular "de forma inmediata". "Aunque a la mayoría no le gusta este tipo de medidas, muchas personas saben que son inevitables (...) La gente es completamente consciente de ello", señaló.

Puso como ejemplo los resultados de las dos últimas elecciones en Grecia, en las que a pesar de los duros ajustes y reformas, los votantes eligieron a los partidos que apoyaban el acuerdo alcanzado con los organismos internacionales para beneficiarse de su ayuda financiera.