Miles de personas se han manifestado en Zaragoza este miércoles, 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, para pedir al Gobierno central y al de la Comunidad autónoma que rectifique su política laboral porque está generando una situación de "deterioro alarmante" en el empleo, las familias y la sociedad.

Tras una pancarta en la que se leía 'Empleo con derechos', encabezada por dirigentes de Comisiones Obreras (CC.OO.) y UGT, con sus secretarios generales en Aragón a la cabeza, Julián Buey y Julián Lóriz, respectivamente, unas 40.000 personas, según estas dos organizaciones sindicales, convocantes de la movilización, han pedido a los responsables gubernamentales soluciones al paro.

Ambas organizaciones han subrayado que esta ha sido una de las celebraciones del 1 de mayo más multitudinarias en Zaragoza y han comentado que cuando la cabecera ya había llegado a la plaza del Pilar, final del recorrido, todavía había personas saliendo del origen, la plaza San Miguel.

El secretario general de UGT-Aragón, Julián Lóriz, ha lamentado que "tras cinco años de dura crisis, continuamos constatando como las políticas que aplican los gobiernos fracasan", a pesar de lo cual "no enmiendan la dirección, no corrigen los errores, que están representando para las familias, la sociedad y los trabajadores una situación de deterioro alarmante".

Al respecto, ha recordado que en España hay más de seis millones de parados y 144.000 en Aragón, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondientes al primer trimestre de 2013.

Frente a esta situación, el Gobierno central está "superado por las circunstancias", está "desaparecido" y el de Aragón, critica la encuesta "porque no le gusta", en vez de "hacer lo que deberían", una vez que han comprobado que "las políticas de ajuste y austeridad no dan resultado" y "nos introducen en la recesión".

Deterioro del clima social

El dirigente de UGT-Aragón ha asegurado que "las familias cada vez tienen menor poder adquisitivo", los convenios colectivos están sin firmar y la reforma laboral solo ha aportado "salarios más baratos y despidos", mientras el Gobierno "continúa deteriorando el clima social, desmantelando el Estado del bienestar" y "amenaza con continuar reduciendo prestaciones sociales", como el seguro por desempleo, y recortando las pensiones.

Por eso, "no cabe otra cosa que continuar en la movilización, exigiendo que rectifiquen las políticas" porque el camino actual puede poner en riesgo, incluso, "nuestra convivencia democrática".

El secretario general de CC.OO.-Aragón, Julián Buey, ha recalcado que esta jornada "no es una fiesta", sino un día "reivindicativo, de lucha", tras "años soportando las políticas impuestas por Europa", que ha calificado de "inútiles" y "perjudiciales".

Asimismo, ha criticado la "falta de sensibilidad" del Ejecutivo con los parados y ha reclamado cambiar unas políticas que "no producen más que sufrimiento", para solicitar "soluciones a los problemas reales que tiene la gente, al paro, la pobreza, la falta de ayudas, las familias sin recursos y la falta de expectativas de los jóvenes".

Buey ha apostado por un modelo "que suponga un avance para los trabajadores", en vez de "hacer el caldo gordo al sistema financiero y a las grandes corporaciones" y ante lo que la ciudadanía "tenemos que decir que así no".

Apoyo a los sindicatos

El secretario general el PSOE-Aragón, Javier Lambán, ha acudido junto con otros dirigentes de su partido a esta manifestación para "dar un abrazo fraternal" a los sindicatos UGT y CC.OO. "porque sin ellos será imposible salir de la situación de atasco descomunal en la que se encuentra este país", frente a "la política del PP de acabar con los sindicatos como representantes e interlocutores de los trabajadores".

Lambán ha argumentado que son necesarios "sindicatos fuertes" porque sin ellos "las protestas ciudadanas están condenadas al más absoluto de los fracasos".

Igualmente, ha exigido a los gobernantes del PP de Madrid y Zaragoza "que cambien sus políticas, que están generando decepción, frustración" y "están acabando" con los fundamentos del sistema democrático.

Respecto al plan de choque contra el desempleo anunciado por la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha opinado que "nos tememos que será una cortina de humo más para disfrazar su falta de capacidad e inoperancia" y ha considerado "cobarde" que Rudi haya rechazado la petición de comparecencia del PSOE para hablar de la EPA en el próximo pleno de las Cortes autonómicas.

Que se vayan

El presidente de CHA, José Luis Soro, también ha asistido a la movilización con otros miembros de su partido y ha mostrado su solidaridad con los 144.000 parados aragoneses, así como con quienes "tienen condiciones laborales lamentables" y con aquellos "que están en riesgo de perder su trabajo".

Además, ha rechazado "las políticas de la derecha, que están destrozando la sociedad", ha exigido "respeto" y ha esgrimido que si los gobiernos actuales "son incapaces, como lo están demostrando", de solucionar la situación, "que se vayan a su casa".

El coordinador general de IU-Aragón, Adolfo Barrena, ha asegurado que "se pueden hacer las cosas de otra manera" y "la crisis tiene alternativa" y quien no la posee son los Ejecutivos central y autonómico, a cuyos responsables les ha animado a irse.

"Vayanse, dimitan y dejen que los ciudadanos recuperen la soberanía y apuesten por quien les representan y defienden sus alternativas y no se someten a los bancos", con políticas "de inversión productiva, no especulativa", frente al neoliberalismo y el bipartidismo, "responsables de la situación que tenemos".

Trabajadores de mondelez

Los trabajadores de la factoría de Mondelez en el municipio zaragozano de Ateca y sus familias han asistido a la manifestación reclamando el mantenimiento del empleo de los 107 empleos directos que proporciona esta fábrica, además de unos 12 indirectos, después de que la dirección haya anunciado recientemente su cierre.

Esta planta produce caramelos y los productos de chocolate 'Huesitos' y 'Toke', que los manifestantes portaban, además de ir ataviados con unas camisetas amarillas en las que se rechazaba la clausura de la planta y se reivindicaba que 'Los huesitos son de Ateca'.