Procesados los tres presuntos miembros de ETA detenidos el sábado

  • Serían miembros del aparato militar.
  • Los detuvieron tras dejar un rastro de coches robados.
  • Uno de ellos es reclamado por España en relación con el atentado a Eduardo Madina.

Tres presuntos miembros del aparato militar de ETA, arrestados el pasado sábado en el sur de Francia, fueron procesados ayer en París por asociación de malhechores con fines terroristas y otros cargos, indicaron fuentes judiciales.

Se trata de Eneko Bilbao Aresti, Borja Gutiérrez Elorduy y Zorion Salsamendi Abad, que fueron detenidos en una casa rural de alquiler en Labesserette, en el sur del departamento de Cantal, después de dejar un rastro de coches robados en la región desde mediados de noviembre.

Sobre Bilbao pesa una orden de arresto en España en relación con el atentado perpetrado en 2002 contra el entonces dirigente de las Juventudes Socialistas en el País Vasco y actual diputado Eduardo Madina.

Salsamendi también está reclamado por la Audiencia Nacional mientras que Gutiérrez tiene antecedentes por violencia callejera.

Las jueces antiterroristas parisienses Laurence Le Vert y Marie-Antoinette Houyvet les imputaron por asociación de malhechores con fines terroristas (delito penado con hasta 10 años de prisión), tenencia ilegal de armas y municiones, receptación de robo con arma en banda organizada y una decena de robos de vehículos, también en banda organizada, y documentación falsa, entre otros cargos.

Las imputaciones por delitos en banda organizada implican un juicio por el Tribunal especial de lo Criminal.

Después de su procesamiento, los tres deben comparecer ante un juez de las libertades y la detención para que dicte eventualmente su ingreso en prisión, que ha suido pedido por la Fiscalía.

Según dijo el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el día del arresto, los presuntos "etarras" habrían estado "trabajando en tareas de aprovisionamiento de explosivos y otro tipo de material".

Un periplo agitado

Los presuntos etarras, que posiblemente acamparon a mediados de noviembre cerca de un depósito de dinamita industrial en el sur de Francia, habían dejado un rastro de coches robados en la región y, después de un control de la gendarmería en el que presentaron papeles españoles falsificados, abandonaron precipitadamente la casa de Montjaux (Aveyron) que habían alquilado.

En el registro de la vivienda de Labesserette, a la que se habían trasladado, la policía encontró dos pistolas y otros tantos fusiles de caza, ordenadores, documentación falsa, una gran cantidad de matrículas de coche vírgenes o troqueladas, además de dos coches robados, pero no había materiales para hacer explosivos.

La operación conjunta de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) francesa y de la policía española en Labesserette tuvo lugar tres días después de la captura del presunto jefe del aparato logístico de ETA, Zigor Garro Pérez, y otros dos supuestos miembros de la banda en Quezac (Lozere).

Garro Pérez, su compañera y presunta ex colaboradora del "comando Barcelona" Marina Bernadó, y su posible lugarteniente, Ekain Mendizábal, fueron procesados el pasado domingo por una serie de cargos e ingresaron en prisión.

Según confirmaron fuentes próximas a la investigación, en la casa de Quezac se encontró un talonario de cheques perteneciente al dueño de una furgoneta robada, que había sido hallada calcinada el pasado junio en Lozere y que, según los indicios, había sido destruida con explosivos.

Sin embargo, las fuentes indicaron que no está establecido que los presuntos etarras ensayaran en ese vehículo un tipo de bomba-lapa más potente de lo habitual.

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