El prefecto (gobernador) de La Paz, José Luis Paredes, fue tomado como rehén ayer por un grupo de dirigentes campesinos de la región tropical de Bolivia que pretenden presionarlo para que se sume a la huelga de hambre contra el gobierno de Evo Morales.

Paredes fue retenido por los participantes de un encuentro de la Federación de Colonizadores de Caranavi, una provincia del norte del departamento paceño, que le obligaron a sumarse a la huelga de hambre, según relató el propio gobernador a la emisora de radio Erbol.

El secuestro fue confirmado por el principal dirigente de los colonos, Rosendo Vargas, quien se limitó a decir que "es una decisión de los compañeros".

Paredes, que había sido invitado a la inauguración de la reunión, declaró que los agricultores acordaron sumarse a la huelga de hambre y "resolvieron que yo debía quedarme" con ellos.

"No puedo salir", contestó Paredes al reportero de radio Erbol.

Paredes no quiso ponerse en huelga de hambre

Paredes, que fue elegido en diciembre pasado por una agrupación ciudadana, no se ha sumado a sus colegas de Santa Cruz, Pando, Tarija y Beni, que se declararon en huelga de hambre para exigir al Movimiento Al Socialismo (MAS), de Evo Morales, el respeto a la ley en el funcionamiento de la Asamblea Constituyente.

Sinforiano Cusi, otro dirigente de los colonos, señaló a la emisora que el prefecto no está secuestrado sino que "es la cabeza de la huelga de hambre, porque él dijo que apoya a Evo Morales".

"Él no esta secuestrado. No somos animales. Estamos en un país democrático, respetamos la decisión. El dijo yo apoyo a Evo, entonces no está obligado" a permanecer en el ayuno, apuntó Cusi.