Aquí cerramos el minuto a minuto de la investidura del rey Guillermo-Alejandro de Holanda. Tras la ceremonia de la catedral de Nieuwe Kerk en Ámsterdam habrá una recepción en el Palacio de Amsterdam y a última hora de la tarde los nuevos reyes de los Países Bajos realizarán una travesía real por las aguas del río Ij, tras la que asistirán con sus invitados a una fiesta final en el Palacio de la Música de Ámsterdam, actos de los que informaremos de forma habitual.

A continuación los miembros del gobierno procederán a jurar lealtad al nuevo soberano.

La multitud agolpada en el exterior aplaude de forma leve tras el juramento del rey.

Todos se ponen en pie, y el rey procede al juramento.

Termina la referencia a su madre, y recibe un gran aplauso por parte de los asistentes.

Recuerda el buen servicio que ha prestado su madre, y la ayuda que ha sido para él, junto con su padre.

Habla el rey, y comienza su discurso.

Suena el himno nacional.

Se anuncia la presencia del rey. Hacen entrada los soberanos, Máxima contiene la sonrisa. El rey Guillermo tiene los puños cerrados, lo que evidencia su tensión mientras se acerca a los asientos reales.

La princesa Beatriz sonríe al ver llegar a su hijo, ya rey. Las tres princesas ven llegar con mucha curiosidad a sus padres, pero están serias, al contrario que su abuela.

El rey Guillermo Alejandro lleva la larga capa de armiño y terciopelo sobre el frac. Su actitud es seria y solemne, muy diferente a la de la firma del acta de abdicación, esta mañana, que era más distendida. También la reina Máxima mantiene una actitud solemne.

Llegan los nuevos reyes, Máxima también va de azul, el segundo color del emblema de la casa Orange, junto con el naranja. Lleva una diadema, y no corona. Lleva la banda también azul, al igual que su capa.

Los representantes de los poderes políticos hacen su acto de llegada. ellos también portan símbolos del poder real, como la espada y el estandarte real.

La alfombra que lleva a la iglesia también es azul, en honor al emblema de Orange. Se espera la llegada de los nuevos soberanos.

Las tres princesas, hijas de los nuevos reyes, toman asiento en primer fila en la iglesia. Su abuela, la princesa Beatriz, se sienta entre ellas.

Les siguen más miembros de la aristocracia holandesa.

La princesa Beatriz viste ahora de añil oscuro.

Llegan las tres princesas, Catalina-Amalia, Alexia y Ariadna, que preceden a su abuela, la princesa Beatriz de Orange. Ahora están vestidas de azul, uno de los dos colores del emblema de la casa de Orange, junto con el naranja.

Los príncipes de Asturias están sentados en segunda fila, detrás de los prícipes herederos de Japón y junto a Victoria de Suecia.

Da comienzo la ceremonia, toma la palabra el primer ministro de Holanda.

Letizia sigue el acontecimiento con mucho interés, sonriente. Quizás piense en el momento en el que ella se encuentre en el lugar de Máxima.

Alberto de Mónaco también asiste solo, sin su esposa Charlene.

La princesa de Marruecos, Lalla Salma, ha acudido sola.

Hacen su entrada el príncipe Naruhito y la princesa Masako de Japón, una presencia poco habitual, la de la princesa, que no estuvo presente ayer en la cena de gala.

El príncipe Felipe lleva la banda de la orden de Orange, como muchos de los invitados.

La princesa Victoria de Suecia y su marido, el príncipe Daniel, les siguen.

La princesa Letizia ha optado por un traje de encaje gris con las mangas semitransparentes y un original tocado que lleva a un lado de la cabeza.

Llegan los príncipes de Asturias.

Llegan los príncipes herederos de Noruega, Haakon y Mette Marit. Ella viste de gris.

Hace su entrada el joven heredero al Gran Ducado de Luxemburgo y su esposa, que se casaron recientemente.

Están presentes nueve casas reales europeas.

Carlos de Inglaterra se sitúa en primera fila junto a su esposa.

Llegan Carlos de Inglaterra y la duquesa Camilla de Cornualles.

Llega una furgoneta blindada. Son miembros de la familia real de Catar.

La guardia que custodia la corona, el orbe y el cetro comienza a moverse.

Miembros de la guardia custodian las banderas en las cornisas de la nave central de la iglesia.

Todos los invitados traen la tarjeta de invitación en la mano, que deben mostrar al entrar en el templo protestante.

Llega un autobús público con nuevos invitados. Se trata de delegaciones de Oriente Medio y África, entre otros.

Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, hace su entrada.

Llega a la iglesia Kofi Annan, ex Secretario de las Naciones Unidas.

Los invitados de las primeras filas están terminando de ser acomodados. Aún no se ha visto a los Príncipes de Asturias.

La corona real, el orbe y el cetro están depositados sobre cojines encarnados en el estrado de la iglesia. Dos asientos dorados, con leones rampantes coronados grabados en el respaldo, aguardan a los nuevos soberanos.

Hace su entrada un comité de invitados acompañado de música y coros.

Afortunadamente, el tiempo acompaña a esta mañana de coronación en Ámsterdam, lo que ha permitido a los invitados lucir sus galas sin preocuparse del paraguas.

Continúa la afluencia de invitados ilustres en la Iglesia Nueva de Ámsterdam.

Los más de 2.000 invitados a la ceremonia de la entronización de Guillermo Alejandro comienzan a entrar en la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva)de Ámsterdam.

Ahora los nuevos reyes cambiarán su vestuario. El rey Guillermo Alejandro saldrá del palacio real con el traje de gala militar y sobre sus hombros llevará el manto real, de piel de armiño y terciopelo.

La familia real deja el balcón, con unos últimos saludos.

La reina Máxima parece muy natural y muy feliz, y acaricia a sus hijas con ánimo.

Deja el balcón la princesa Beatriz y en su lugar llegan las tres hijas del rey, muy formales y sonrientes.

Se procede al himno nacional, que también es cantado con emoción desde el palco real.

La princesa Beatriz saluda a los congregados en la plaza, visiblemente emocionada y muy sonriente.

El nuevo rey, Guillermo Alejandro, da las gracias en un pequeño discurso y recibe el entusiasmo del pueblo.

El nuevo rey besa a su madre en la mejilla. En seguida se une a ellos la nueva reina, Máxima.

Aparecen la ahora princesa Beatriz y el nuevo rey, Guillermo Alejandro.

La familia real sale al balcón del palacio real.

Las campanas replican en la plaza Dam de Ámsterdam.

Máxima de Holanda, convertida ya en la primera reina europea de origen sudamericano, contiene la emoción y comparte con su marido miradas de felicidad y complicidad.

"Hoy dejo sitio a una nueva generación. Mi hijo asume hoy la responsabilidad de esta nueva función", dijo Beatriz de Orange, que es ya princesa de los Países Bajos con tratamiento de alteza real, en un breve discurso antes de la firma.

Se alza la bandera del escudo del nuevo rey, Guillermo Alejandro, que solo tiene pequeños cambios respecto al blasón de su madre, Beatriz.

Los miles de holandeses congregados, con gorros que llevan la forma de una corona naranja, esperan impacientes que hable su nuevo rey, Guillermo Alejandro de Holanda.

Máxima, que ha optado por un vestido rosa palo, sonríe emocionada. Por unos momentos, Beatriz se queda pensativa, más seria.

El acta pasa por el resto de los presentes, miembros del gobierno que también deben firmar, según consta en la constitución del país.

La reina Beatriz procede a la firma del acta de abdicación. Le siguen su hijo, Guillermo, y la esposa de ésta, Máxima. Todos se muestran muy contentos y sonrientes.

Están presentes las tres hijas del futuro rey, todas vestidas iguales, de amarillo, las princesas Catalina-Amalia, Alexia y Ariadna.

La reina Beatriz comienza a hablar, saluda y da los buenos días, y recibe una ovación por parte del público congregado frente al palacio, lo que le hace sonreir.

La familia real holandesa acaba de hacer entrada en la sala Moisés del palacio real, y proceden a saludar a los altos cargos del gobierno.

La plaza del palacio real de Ámsterdam está repleta de público que luce el color naranja de la casa Orange, a la que pertenece el fufuto rey Guillermo Alejandro.

Con su abdicación, Beatriz de Oranje abandona el club de los 'yayos' reales de Europa. Solo los reyes de Reino Unido, Dinamarca, Suecia y España cuentan con monarcas con más de tres décadas de reinado a sus espaldas.

Una curiosidad sobre la ceremonia de este martes: Guillermo-Alejandro no será coronado, en el sentido literal, ya que los reyes de Holanda nunca llevan corona a lo largo de su reinado, pero sí portará el manto real sobre un frac negro con corbata blanca.

Buenos días. Comenzamos la cobertura de la ceremonia de entronización de Guillermo Alejandro II de Holanda. Los actos centrales tendrán lugar en la capital de los Países Bajos, Amsterdam.
A las 10.00 horas de la mañana la reina Beatriz firmará el acta de abdicación, un documento en que también pondrán su rubrica su hijo y su esposa Máxima, que llevará el título de reina consorte.El acto tendrá lugar en el Palacio Real de Amsterdam y tras la ceremonia Beatriz, Guillermo Alejandro y Máxima, así como sus tres hijas, saldrán a saludar al balcón que da a la céntrica plaza Dam, donde los ya nuevos reyes de los Países Bajos se darán su primer baño de masas ante las 25.000 personas previstas.La ceremonia de investidura tendrá lugar sobre las 13.30 horas en la Iglesia Nueva (Nieuwe Kerk), donde acudirán todas las delegaciones reales invitadas, incluida una treintena de príncipes herederos que tomarán nota de la ceremonia de hoy.