El exministro de Economía, Carlos Solchaga, considera que "crea incomodidad" que las Comunidades Autónomas (CCAA) que han incumplido objetivos de déficit sean beneficiadas en el establecimiento de los nuevos límites, pero no se pronuncia sobre la propuesta de un techo lineal para todas, como defiende Asturias. En su opinión, no hay "una solución sencilla" por lo que el tema requiere "mucho contexto".

Así lo ha explicado esta semana en declaraciones a Europa Press, preguntado por el planteamiento que defiende la consejera de Hacienda del Gobierno asturiano, Dolores Carcedo, favorable a un techo de déficit lineal para todas las autonomías, y ajustado al Producto Interior Bruto (PIB).

El exministro ve normal que "se les deje un poco de más" a quienes tienen más dificultades, pero también reconoce que "otros han hecho esfuerzo para cumplir, y produce incomodidad ver que salen favorecidos aquellos que incumplen". A su juicio, la pregunta "no tiene una respuesta sencilla", por lo que "habrá que buscar una mezcla entre las dos consideraciones para que la apoyen el mayor número de CCAA".

A su juicio, en Europa se produce una situación paralela, cuando desde España se pide una mayor flexibilidad, mientras otros países protestan porque ellos sí han cumplido con el esfuerzo encomendado.

FINANCIACIÓN

El ministro también se ha referido al sistema de financiación autonómica, que algunas comunidades como Cataluña o Madrid reclaman modificar por el agravio en la percepción de ingresos 'per cápita', mientras que otras como Asturias (entre las que más renta percibe) no tienen tanta prisa. Así, ha recordado que él hizo dos reformas del sistema, en su etapa en el Ejecutivo estatal, y en ambas buscó "corregir un poco el exceso de redistribución que había en favor de las regiones más pobres", porque "era excesivo y hacía que las regiones más ricas de España resultaran perjudicadas en exceso".

Para Solchaga, "está bien que en las CCAA donde vive gente más rica se transfiera renta a través de este sistema a las más pobres, pero no hasta el punto de que se cambie el orden, y que acaben siendo más ricas las más pobres, y más pobres las que más trabajan". La solución, en su opinión, "requiere mucho consenso", porque "no hay un sistema de financiación que sea suscrito por todas las comunidades".

Así apuesta por que haya "una cierta solidaridad, no tanto entre regiones, como entre ciudadanos", por lo que demanda "que sean progresivos los impuestos directos".

Villa estaba "equivocado"

Preguntado por su recuerdo del exsecretario general del SOMA, José Ángel Fernández Villa, quien recientemente ha anunciado su retirada, y con quien Solchaga tuvo que negociar en varias ocasiones como ministro, le recuerda como un "negociador duro", pero que "estaba con frecuencia equivocado". No ha querido dar más detalles al respecto.

Comprende que desde el punto de vista sindical se le considerase como un ministro agresivo. Pero tiene su explicación: "me parecía y me sigue pareciendo que uno no puede engañar a los interlocutores con las posibilidades técnicas y económicas que tiene una actividad (el carbón)", aspecto que reprocha al Gobierno de entonces (del socialista Felipe González, y al actual.

"Podía aparecer agresiva la franqueza con la que a veces me manifestaba, pero he pasada muchas horas de discusión sindical y me gustaría que cualquiera de los ministros del Gobierno actual hubiera estado la quinta parte de lo que yo estuve", matiza.

El exministro considera "evidente" que los fondos mineros "no fueron tan eficientes como se había pensado", pero cree que "no hay que tirar la toalla". "Hay que seguir haciendo un esfuerzo para que las cuencas como unidades sigan sobreviviendo especializadas de otro modo, pero va a costar, porque el entorno es extremadamente desfavorable para el desarrollo de nuevas actividades", ha concluido.