El joven estudiaba publicidad y fue visto por última vez en una discoteca de Segovia, sobre las seis horas del domingo. En ese momento comunicó a su hermano por teléfono que se iba al piso que compartía con otros tres estudiantes, aunque no se tuvieron más noticias sobre él. Su padre, que fue el que lo encontró, agradeció el apoyo recibido y pidió una mayor coordinación entre administraciones en casos como éste. Al joven se le implantó una válvula cuando tenía 14 años, debido a un problema cerebral, que en caso de obstruirse podría haber provocado su desorientación, según Efe.
Silencio para recordar a un compañero
Más de 200 alumnos del campus segoviano de la Universidad de Valladolid se concentraron ayer en silencio para recordar a Eduardo Prieto, de 22 años, que apareció ahogado en el río Eresma el pasado jueves, tras denunciarse su desaparición el domingo anterior.
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