El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos (PSOE), ha expresado su pesar por la muerte, acaecida en la madrugada de este jueves, del cantaor flamenco Manuel Cruz García, Manuel Mairena, a quien ha definido como "rey de la saeta", y del que ha destacado que "no se quedó en heredar el testigo" de su hermano, "el gran Antonio", sino que su voz "se impuso por sí misma".

Según ha informado la Diputación en una nota, Villalobos ha realizado estas consideraciones tras el Pleno que ha celebrado este jueves la institución que preside, que, a propuesta del Grupo Socialista y por unanimidad, ha hecho constar en el acta de la sesión el "sentir" de la provincia por la muerte del "último de la saga cantaora de los Mairena" tras una larga enfermedad.

"Fue siempre el primero en ensalzar el arte de su hermano y en difundir esa faceta que tenía Antonio de restaurador de la identidad del flamenco y de conservador de los palos clásicos", ha subrayado el presidente de la Diputación sevillana, que además ha resaltado que Manuel no sólo destacaba en la saeta, ya que "provocaba también el pellizco por cuplés, fandangos o deblas".

Manuel Mairena nació el 2 de noviembre de 1934 en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, donde este viernes recibirá sepultura, y desde niño mamó del flamenco en las reuniones que propiciaba su padre, hasta el punto de iniciarse en la interpretación de la saeta con nueve años.

Con 13 años, ganó el I Concurso de Saetas de Radio Sevilla, y en 1951 se trasladó a Sevilla para cantar en la Academia de Enrique 'El Cojo'. Desde 1960 recorrió Europa con su cante, iniciando una carrera artística jalonada de premios y honores.