Historia en 14 hectáreas

  • Este lugar de la Alameda de Osuna esconde numerosos secretos por descubrir.
  • Una alternativa para coger oxígeno con los peques de la casa.
Un templete del Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna.(Archivo)
Un templete del Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna.(Archivo)
Un templete del Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna.(Archivo)

A pocos pasos del ruidoso aeropuerto de Barajas hay lugar para el sosiego. Es el Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna, un espacio para pasear y rastrear algunos pasajes de la historia de Madrid.

Mandado construir en 1787 por la duquesa de Osuna, María Josefa Alonso Pimentel, sus obras concluyeron en 1839, convirtiéndose a partir de ese momento en residencia lúdica de los duques. Tras la muerte de éstos, el parque pasó por diversas manos hasta que se reabrió al público, a finales de los setenta.

Condensa sus secretos en tan sólo 14 hectáreas, en las que se pueden observar el paso de los años y los diversos usos que ha tenido hasta ser declarado parque perteneciente al patrimonio madrileño.

El estilo de este conjunto ajardinado es británico, con la arquitectura típica que incluye laberinto, parterre, un lago y ría y un conjunto de bellas edificaciones esparcidas en él.

Los estanques, jardines y construcciones recuerdan los fines lúdicos y de esparcimiento del siglo xviii. También son rastreables aquí las brechas de la guerra civil: pasadizos y búnkeres ocultos bajo las flores sirvieron de refugio al general Miaja durante la defensa de Madrid.

De estos últimos sólo se pueden ver torres y respiraderos. Estanques, laberintos, embarcadero e isla y paseos de estatuas y arboledas no decepcionarán a los visitantes.

  •  Pº Alameda de Osuna, s/n. Metro: Alameda de Osuna. Sábados, domingos y festivos, de 9.00h a 18.00 h. Entrada libre.
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