El acusado de grabar a mujeres en el aseo del pub que regentaba en Cazorla se reconoce culpable

El acusado de grabar a mujeres en el baño de su pub de Cazorla (Jaén) desde diciembre de 2008 durante al menos un año mediante una minicámara camuflada en el interior de una toma de corriente, C.D.M.V., ha reconocido los hechos en el juicio oral que ha quedado visto para sentencia este miércoles en el juzgado de lo Penal número 1 de la capital.
Acusado de grabar a mujeres en el aseo de un pub de Cazorla declara ante la juez
Acusado de grabar a mujeres en el aseo de un pub de Cazorla declara ante la juez
EUROPA PRESS
Acusado de grabar a mujeres en el aseo de un pub de Cazorla declara ante la juez

El acusado de grabar a mujeres en el baño de su pub de Cazorla (Jaén) desde diciembre de 2008 durante al menos un año mediante una minicámara camuflada en el interior de una toma de corriente, C.D.M.V., ha reconocido los hechos en el juicio oral que ha quedado visto para sentencia este miércoles en el juzgado de lo Penal número 1 de la capital.

"Sí, totalmente", ha afirmado el hombre, que se ha mostrado arrepentido, al ser preguntado por la juez si reconocía los hechos que le habían llevado ante el tribunal. Por él, han pasado posteriormente 34 mujeres en calidad de testigos y perjudicadas, dos de las cuales eran menores cuando se grabaron las imágenes.

Todas se han ratificado en la declaración que hicieron ante el juzgado de Instrucción cazorleño, donde se reconocieron en una o más grabaciones o fotografías que el acusado obtuvo al instalar en el baño de señoras una cámara oculta con la que captaba vídeo y fotos de las usuarias, teniéndola conectada a un dispositivo que las grababa en un ordenador, donde conservaba archivos.

Además, todas las afectadas, salvo una, han reclamado indemnización, cuestión sobre la que gira "la mayor parte de la controversia" entre defensa y acusaciones particulares, tal y como ha afirmado después la fiscal. En cualquier caso, varias han expresado su deseo por que C.D.M.V. también sea condenado a pena de cárcel. "Prefiero pena, pero sí, reclamo", ha dicho una de las víctimas, mientras que otras han insistido en esa preferencia para que le sea impuesta prisión. "El daño moral es irreparable", ha aseverado otra mujer.

La vista ha continuado con el informe pericial realizado de una médico psicóloga que ha apuntado un "trastorno psicológico". En concreto, se ha referido a una "parafilia", una "desviación" que busca una "gratificación del sujeto", en este caso, de carácter sexual. Según ha dicho, "no es que no fuera consciente del hecho", pero no lo era de las consecuencias que para él y otras personas podía tener. Al respecto y preguntada por si podría anular la voluntad, ha explicado que "no significa eso", sino que "el deseo es tan irreprimible" que se actúa "de forma compulsiva".

Precisamente éste ha sido uno de los elementos que ha llevado al Ministerio fiscal, que en principio pedía dos años y medio de prisión, a modificar sus conclusiones y pedir dos años de cárcel. De este modo, al calificar los hechos como un delito continuado contra la intimidad, ha pedido la aplicación de la atenuante analógica de enfermedad mental así como la de reparación del daño, ya que, antes del juicio, C.D.M.V. había consignado el total de la responsabilidad civil que solicitaba, 1.000 euros de indemnización por daños morales para cada víctima. Junto a ello, pide una multa de 18 meses a razón de seis euros por día.

Un pueblo pequeño

Con respecto a las acusaciones particulares, han destacado el carácter continuado del delito, así como el hecho de que entre las afectadas hubiera dos menores, al tiempo que han expresado dudas sobre el informe pericial. Asimismo, se han referido al daño amplificado, puesto que los hechos se produjeron en "un pequeño pueblo", como es Cazorla, donde "la mayoría de la gente se conoce", lo que origina "humillación" y "vergüenza" y dificulta "poder llevar una vida normal"

Por todos ello, han reclamado para sus patrocinadas indemnizaciones más elevadas por los daños morales padecidos, llegando incluso a 18.000 euros, además de solicitar para el acusado penas de hasta cinco años de cárcel.

De su lado, la defensa ha mantenido que "no se puede aplicar la atenuante de minoría de dad" porque el sistema de grabación "era automático", al abrirse la puerta, y "no detectaba la edad". Por contra, ha instado a tener en cuenta como atenuante la reparación del daño, al haber satisfecho "con mucho esfuerzo" la cantidad que pedía el fiscal por responsabilidad civil, además de la derivada de padecer una "parafila sexual", que es "una adicción". Así, en caso de que la sentencia sea condenatoria, pide que "se quede en un año" de cárcel y la rebaja a 500 euros para cada damnificada en concepto de responsabilidad civil.

Finalmente, el acusado ha hecho uso del último turno de palabra para "pedir disculpas" por "un daño que no quería hacer" al que le llevó, según ha dicho, por "la obsesión". A su salida después de la vista oral, la mayor parte de las afectadas lo esperaban en la puerta de los jugados, donde le han increpado aunque sin llegar a más.

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