Expertos reunidos en el X Foro de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura, organizado por la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura (SPAPEX), han destacado la importancia que tienen los cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen enfermedades incurables.

"Los cuidados paliativos pediátricos (CPP) están dirigidos a mejorar la calidad de vida de los pacientes y familias que se enfrentan a enfermedades potencialmente mortales, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento, identificando y tratando de forma precoz el dolor y otros síntomas físicos, psico-emocionales, sociales y/o espirituales", ha comentado la pediatra de Atención Primaria (AP) y presidenta de la Junta Directiva de Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura, Cecilia Gómez Málaga.

En concreto, estas terapias se centran en las situaciones de riesgo para la vida en las que es posible el tratamiento curativo; las patologías limitantes en las que la muerte prematura es inevitable pero precedidas de periodos de tratamiento intensivo para prolongar la vida; las enfermedades progresivas sin curación que pueden prolongarse durante años; y las patologías irreversibles pero no progresivas que requieren cuidados complejos y tienen complicaciones que pueden llevar a la muerte prematura.

Por otra parte, durante el encuentro los asistentes han abordado los últimos avances en hipercolesterolemia e hipertensión arterial, factores de riesgo cardiovascular importantes, así como el sobrepeso y la obesidad, problema de salud importante en la vida adulta, crónico, multifactorial y complejo, cuya incidencia y prevalencia están en aumento en la edad pediátrica.

En este sentido, Gómez Málaga ha recordado que la obesidad es la "epidemia del siglo XXI" y ha hecho alusión al estudio Aladino que muestra que la prevalencia de sobrepeso entre la población infantil española se sitúa entre 25,9 por ciento y el 26,3 por ciento, en niños y niñas, respectivamente. Por otra parte, la obesidad afecta al 22 por ciento de los niños y al 16,2 por ciento de las niñas.