Más de 120 máquinas de condones llevan 10 meses almacenadas

Deberían ser instaladas en lugares frecuentados por jóvenes, una vez compradas con una subvención de Junta y Ayuntamiento.
Nueve meses es lo que dura un embarazo normal. Uno más es lo que llevan almacenadas 121 máquinas dispensadoras de condones. La Asociación Antisida de Málaga (Asima) propuso el proyecto a Junta y Ayuntamiento de Málaga, que aportaron la financiación (más de 40.000 euros) para pagar los dispositivos.El objetivo es acercar los preservativos (el medio más seguro para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos si se usa adecuadamente) a los jóvenes «y naturalizarlos, porque aún sigue habiendo prejuicios morales sobre el condón», cuenta la presidenta de Asima, Alicia Cueto.

Este colectivo pidió a las administraciones que hicieran de intermediarios con establecimientos e instituciones frecuentados por jóvenes para así garantizar la colocación de las máquinas en centros comerciales o facultades. No se ha hecho.

En los aseos

De hombres y de mujeres: Las dispensadoras de condones se ubican, preferentemente, en los aseos masculinos y femeninos, «porque el preservativo también es cosa de las mujeres».

Desde febrero de este año, Asima ha podido instalar, haciendo gestiones propias, un total de 39 máquinas. La asociación está dispuesta a recibir solicitudes de interesados en toda la provincia.

Cómo pedir máquinas

Contacte con Asima: En el teléfono 952 601 780 (de 9 a 14 y de 17 a 20 horas, de lunes a jueves) o a través del correo info@asima.org.

Es gratis: Los receptores de las máquinas no tienen que pagar por ellas ni por su mantenimiento. Tampoco ganan la recaudación (dos euros por tres condones), que se destina a pagar los sueldos de enfermos de sida. La dispensadora de condones no precisa de toma eléctrica y miden 76 cm de alto, 21 de ancho y 11 de profundidad.

Cartas a los ayuntamientos

Hasta ahora, sólo han podido colocarse 26 máquinas. La Junta ha empezado a enviar cartas a los Ayuntamientos de Vélez, Mijas y Marbella animándoles a buscar localizaciones. Asima espera que así se dé un empujón a la instalación de las dispensadoras. «Queda trabajo por hacer. Tenemos la ilusión y la esperanza depositadas justo ahí –afirma Cueto–. El Ayuntamiento de Málaga nos financió como un proyecto normal y considera que no tiene que ayudarnos, aunque un técnico municipal nos acompañó en ocasiones».

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