El acusado de asesinar en octubre de 2011 a la joven Nuria Oriol en el municipio mallorquín de Andratx ha negado su participación en los hechos, al asegurar que durante la madrugada en que éstos sucedieron él estaba "de bares" y después, tras haberla llamado esa noche más de veinte veces sin lograr contactar con ella, "me fui a mi casa ya que a esas horas ya estaba todo cerrado".

Durante el juicio que desde este lunes se celebra ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Palma, el procesado, Zouhair A.R., de nacionalidad marroquí, ha reconocido las llamadas que le hizo a lo largo de esa madrugada, la última de ellas a las 3.47 horas -la víctima, de 24 años, falleció más allá de las cuatro-, ya que no la había visto desde hacía más de un día y "ya no la vi nunca más".

El inculpado, para quien la Fiscalía solicita veinte años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco -la acusación sostiene que era su pareja sentimental-, ha explicado que Nuria Oriol era su "amiga", a quien había conocido cuatro meses antes. Según ha justificado, tenía llaves de su casa puesto que, tras haber trabajado durante ese tiempo juntos en el mismo establecimiento, tenía en la vivienda de ella "muchas cosas".

Tras serle exhibida una grabación de la madrugada de los hechos en la que se ha reconocido en una calle próxima al domicilio de la víctima, el acusado ha explicado que a esas horas acababa de salir de un bar de la zona y tenía intención de seguir en otros. "Que yo esa noche estuve en su casa es totalmente mentira", ha recalcado Zouhair A.R. a preguntas de la fiscal Mercedes Carrascón.

El acusado afirma que tras ver el cuerpo se quedó "en 'SHOCK'"

Fue al día siguiente, en torno a las 20.00 horas, cuando el hermano de la joven le llamó para decirle que no había vuelto a ver a Nuria, por lo que acudió a casa de ésta y, como no pudo abrir la puerta, saltó a la terraza desde la vivienda de un vecino, viendo así "el cuerpo tendido en el suelo", según ha recordado. "Fue un 'shock', no podía hablar y no recuerdo qué hice", ha apuntado el reo, quien desde el 25 de octubre de 2011 se encuentra en prisión provisional sin fianza.

Sin embargo, la Fiscalía sostiene que fue el inculpado quien se personó esa madrugada en el domicilio de su pareja y se abalanzó sobre ella de forma sorpresiva con la intención de acabar con su vida, impidiéndole cualquier posibilidad de defenderse.

Tras asirla del cuello con las manos y ocasionarle heridas que provocaron síndrome asfíctico, lo que motivó que la joven se desplomase en el suelo al tener limitada su capacidad de respuesta, el acusado aprovechó que se encontraba tumbada para, con un arma blanca de tipo monocortante, asestarle dos puñaladas en el tórax que acabaron produciéndole la muerte, tal y como relata la Fiscalía en su escrito de acusación.

En su interrogatorio, la fiscal le ha preguntado cómo es que después de encontrar muerta a la joven se fue después a cenar con su hermana, a lo que el acusado ha respondido que "estaba en estado de 'shock'" y que con ella estuvo hablando de que "a Nuria le había pasado algo". El Ministerio Público, además de los veinte años de prisión, reclama el pago de 100.000 euros a cada uno de los hijos menores que tenía la víctima, y de 15.000 a su madre.