Marc Márquez, un piloto "pura sangre" de MotoGP

  • El ilerdense se convirtió este pasado domingo en el más joven en ganar en la categoría reina del motociclismo con su triunfo en Austin (EE UU).
  • '20Minutos' repasa su vertiente más humana recordando su infancia con sus profesores de guardería y colegio y 'visitando' el restaurante al que suele ir.
  • Iván Silva, piloto de MotoGP en 2012, y Álvaro Molina, seis veces campeón de Europa de 250 cc, analizan su talento conduciendo.
Marc Márquez posa junto a la moto que pilota en 2013 en MotoGP.
Marc Márquez posa junto a la moto que pilota en 2013 en MotoGP.
REPSOL HONDA TEAM
Marc Márquez posa junto a la moto que pilota en 2013 en MotoGP.

Con 20 años y 63 días, Marc Márquez se ha convertido en el piloto más joven de la historia en ganar un Gran Premio en la categoría reina del motociclismo.

A pesar de su corta pero intensa vida deportiva, la historia de este fenómeno sobre dos ruedas se escribe desde su niñez, en su pueblo natal, Cervera (Lleida), y con toda la gente que le ha acompañado desde que tenía apenas uso de razón. Gente amiga que le ha visto crecer y que ahora le ve también triunfar. Con su ayuda, 20Minutos repasa la vida de la sensación de este 2013 en MotoGP.

En el aspecto deportivo, Iván Silva, piloto de MotoGP en 2012, y Álvaro Molina, seis veces campeón de España de 250 cc, analizan su pilotaje.

El Márquez humano

"Con cuatro años ya iba montado en moto", asegura la hermana Ana María. Ella, profesora del pequeño Marc hasta los seis años en la guardería Sagrada Familia, recuerda con cariño lo mucho que le gustaban las dos ruedas a aquel chaval aspirante a motociclista. "Cuando tenía tres años, le dijo a su padre: 'Papá, quiero una moto para saltar'. Desde ese momento, su motocicleta y él fueron inseparables", cuenta la hermana.

"Siempre iba con la moto" —relata Ana María—. "Las señoras que vivían cerca de la casa de Marc, y que venían a recoger a sus hijas o nietas, me contaban que salían de casa antes para no encontrarse con él y con su moto, ya que no dejaba pasar a nadie".

Sin embargo, eso no quiere decir que Marc fuera muy trasto.  "Era un niño muy bueno, pero con las motos se desataba", ríe Ana María. "En la clase era aplicado, fuera era un niño muy extrovertido, muy simpático. Siempre corría y jugaba con los otros niños, nunca estaba solo".

Además de Marc, tanto su hermano menor, Álex, como sus dos primos, iban a esa guardería. "A la salida les esperaba el abuelo para llevárselos a casa".

Ese niño creció y siguió formándose. Su devoción por las motos fue a más, algo que no le afectó en sus estudios primarios. Así lo cuenta Montse, profesora del colegio Jaume Balmes. "Sus padres le metieron en la cabeza que lo primero eran los estudios y, luego, la moto. Sacaba muy buenas notas".

Por aquel entonces, los primeros éxitos fueron llegando. Sin embargo, Marc "no intentaba ser protagonista. Era muy humilde y, a pesar de que los compañeros le pedían autógrafos y fotos dedicadas, él nunca presumía de sus hazañas".

Sus compañeros eran sus amigos. "No le costaba relacionarse, era muy extrovertido. También tenía una relación estupenda con los profesores, nunca dio problemas, nunca destacó en clase".

A pesar de ser "un niño diferente", Marc no faltaba nunca al colegio. "Venía siempre, incluso los lunes después de haber tenido alguna competición. Y si algún viernes necesitaba salir antes, su madre venía para que le dijéramos todos los deberes que tenía que hacer Marc para la semana siguiente".

Aunque las motos eran su pasión, Marc practicaba otros deportes con sus compañeros. "Le gustaba mucho jugar el fútbol en los recreos", recuerda Montse.

Eugenio, responsable del restaurante L'Antic Forn, que se ha convertido en un santuario del piloto ilerdense desde que logra títulos, cuenta que Marc se pasa por allí "siempre que puede". "Viene, sobre todo, con los mecánicos del equipo, con Alzamora —su mánager— y con su familia".

"Come de todo, pero lo que más le gusta es la pasta". Aunque no es lo único. Eugenio presume de uno de los platos que le encantan a Marc, y que es "de la casa: la carne de ternera, muy buena", dice orgulloso.

Eugenio recuerda el 18º cumpleaños del piloto. "Le preparamos un plato que le gustó mucho. Lleva patatas lila, manzana, foie y huevo. Riquísimo".

Al piloto no solo le gusta reencontrarse con su comida favorita. También con sus vecinos. "Es muy simpático. Habla con todo el mundo, firma autógrafos, se hace fotos... No para".

Han pasado los años. Sin embargo, el cambio de niño a hombre no ha hecho desaparecer esa humildad que le caracterizaba de pequeño. "Cuando le hacen algún homenaje en la plaza del pueblo, sigue hablando de forma sencilla y nunca presume", cuenta la hermana Ana María.

El Márquez máquina

Como piloto, un campeón de 125 cc y de Moto2 no debería sorprender por conseguir buenos resultados en su primer año en MotoGP, pero un tercer puesto en Catar, el triunfo en Austin y el coliderato del Mundial, junto a Jorge Lorenzo, han confirmado rápidamente su talento.

"Sorprende algo que sea tan competitivo desde tan pronto. Aun así, en Losail se lo tomó con calma e hizo la carrera detrás de Dani, aprendiendo. Y ya en Texas ha hecho algo increíble: pole y victoria. A una buena moto y unos buenos técnicos, él añade su calidad", comenta Iván Silva, piloto de la cilindrada reina en 2012 y que este año luchará por el título de campeón de España y de Europa de velocidad en la categoría Stock Extreme.

Álvaro Molina, dos veces campeón de España de 125 cc, seis de Europa de 250 cc y, actualmente, en el Mundial de resistencia, hubiera apostado por Márquez desde el principio: "Tenía claro que en los circuitos nuevos era favorito a la victoria 100%. En Austin es menos importante levantar rápido la moto y acelerar, lo típico en MotoGP. Las curvas enlazadas y las frenadas bruscas, uno de sus puntos fuertes, le venían de maravilla".

Silva destaca una característica de Marc, "la confianza". "Es muy agresivo y no tiene miedo. Fue alucinante verle cómo se tumbaba en las curvas y abría gas a la vez".

Por su parte, Molina subraya su "capacidad de adaptación, ya sea a una nueva moto o a neumáticos. Por ejemplo, si la palanca de cambios está un 1 mm más abajo de lo normal, a Márquez le da igual y pilota con todo; Valentino Rossi, entraría al box y tendrían que ponérselo todo perfecto. Algo parecido le pasa a Dani Pedrosa y le pasó a Max Biaggi. Necesitan la moto perfecta para dar el máximo".

"Es un pura sangre. De la época moderna, de los que yo he visto competir, existe un grupo de pilotos que han sido talento puro y Márquez estaría en ese club, junto a Casey Stoner, Loris Capirossi y Biaggi. Me refiero a la habilidad de montar en moto, de ir rápido a una vuelta, no a ganar luego un campeonato. Ahí ya influyen más cosas, como ha demostrado Rossi, quien para mí tiene menos talento, pero posee una mente poderosa, es muy currante y siempre ha estado en los mejores equipos", afirma Molina.

Para Iván Silva, Marc Márquez es desde ya "candidato al título este año". Y Álvaro Molina añade: "Si no tiene lesiones, puede marcar una era parecida a la de Rossi".

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