Samil es, posiblemente, la playa más famosa de Vigo y recoge cada periodo estival  gran parte del turismo que quiere disfrutar. Los vigueses, huyendo del bullicio, suelen buscar playas más pequeñas y tranquilas.Y hacen bien, teniendo en cuenta que a unos 300 metros está la desembocadura del Lagares. Esa esquina de la playa, oculta a la vista del turista, es célebre, en su tramo final, por el olor a huevo podrido y vertidos varios con que le obsequia la depuradora de Coruxo. Todos esosresiduos van a parar a la ría y es inevitable pensar que, de alguna manera, afectan a la playa. Por eso, algunos vecinos culpan a la calidad del agua y de la arena de los problemas de piel que sufren en verano.