Vecinos del barrio del Cabildo de Arriba de Santander afectados por el derrumbe del edificio que hace más de cinco años se cobró la vida de tres personas confían en poder "cerrar una etapa de sufrimiento" con la celebración del juicio, que se ha fijado para mediados del próximo mes de junio, y cuya espera ha sido "larga y tediosa".

Así lo ha expresado a Europa Press Lucía Gómez Colmenero, presidenta de la asociación de vecinos e hija y hermana de dos de las víctimas. En declaraciones a esta agencia, ha admitido que se ha "alargado demasiado la espera" del juicio, que se desarrollará del 12 al 18 de junio en el salón de actos del complejo judicial de Las Salesas, tal y como lo ha fijado el Juzgado de lo Penal número 3 de Santander.

Gómez Colmenero ha precisado que aunque el juicio pueda "cerrar una etapa de sufrimiento", no les va a "quitar" ese sentimiento, puesto que una persona "nunca se recompone" de la pérdida de un familiar. En su caso, en el derrumbe del edificio número 14 de la Cuesta del Hospital, que tuvo lugar el 8 de diciembre de 2007, fallecieron su madre, Gumersinda Colmenero, de 73 años, y su hermano, Jesús Manuel Gómez Colmenero, de 52, junto a otro hombre más, Teodoro Monzón Flórez, de 76, mientras que otro hermano de Lucía, Francisco Gómez Colmenero, resultó herido.

No obstante, los familiares de las víctimas tendrán con el juicio la sensación de que "se hace justicia", y podrán "cerrar ese capítulo", pues llevaban, ha recordado, "mucho tiempo en la angustia". De hecho, cuando se celebre se habrán cumplido cinco años del siniestro mortal.

Gómez Colmenero, cuya familia se presenta como acusación particular -hay trece en total, entre las que se incluyen familiares de las víctimas, vecinos del inmueble derrumbado y la Asociación de Vecinos- espera que el juez imponga las condenas solicitadas por la Fiscalía y acusaciones, tanto en lo referente a las penas de cárcel como a las indemnizaciones, pues están basadas en hechos que "han quitado la vida a nuestros familiares y destrozado la nuestra".

Tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares piden cuatro años de prisión por un delito de homicidio imprudente, para el constructor Adolfo Menocal y el ingeniero Carlos Iturregui, como responsables de las obras realizadas en el edificio contiguo al que se vino abajo.

En la fase de investigación previa, el Juzgado de Instrucción número 2 de Santander excluyó al constructor, propietario de la empresa Memecons, de responsabilidad en el accidente, que ceñía al ingeniero encargado de la obra. Pero tras un recurso de los familiares de las víctimas y de la asociación vecinal, la Audiencia Provincial le incorporó como imputado junto al ingeniero.

El edificio había sido desocupado por las grietas aparecidas en él como consecuencia de la demolición del número 12, pero estas cuatro personas se encontraban en el momento del derrumbe recogiendo enseres personales.

En los escritos de acusación formulados por los hijos de Gumersinda Colmenero y otros vecinos del número 14, se denuncia que la comunidad de propietarios del número 12, "con un propósito eminentemente lucrativo, planearon la demolición del edificio antiguo por uno nuevo, tratando de aprovechar el requerimiento recibido del Ayuntamiento que facilitaba la oportunidad de intervenir con aparente legalidad en el inmueble, para realizar una verdadera operación de especulación en virtud de la cual mejorarían sustancialmente sus propiedades, llevando a cabo una actuación que en ningún caso les habría resultado autorizada".