Y es que nadie esperaba que sobraran casas ante la elevada demandada ciudadana. Ahora, con la normativa en la mano, Vimcorsa podrá adjudicar las viviendas rechazadas sin tener que sortearlas, es decir, puede adjudicarlas directamente a quienes reúnan requisitos. No ha ocurrido lo mismo con las 141 sorteadas en Noreña, también en 2004, y que no han sido rechazadas. Las personas que dieron la espalda a las VPO del Polígono Guadalquivir no dieron ningún motivo. «Ni siquiera vinieron cuando se les llamó para firmar contrato», dicen fuentes municipales.

Penalizaciones

Lo que sí se sabe es que todas las personas que han rechazado estas viviendas serán penalizadas. Permanecerán durante tres años en el cupo de demandantes de VPO con menos opciones de lograr una casa. Transcurrido este tiempo podrán ingresar en el cupo de preferencia, elaborado expresamente por Vimcorsa, para tener más opciones.

Al tratarse de algo insólito, Vimcorsa duda del efecto de las sanciones, que la Junta podría levantar si los usuarios reclamasen. El delegado de Obras Públicas y Transportes, Francisco García, es tajante: «Estas personas tienen que quedar inhabilitadas en los próximos sorteos», matiza. No obstante, García indica que en el caso de que haya reclamaciones «habrá que estudiarlas para conocer las causas reales de su renuncia».

Sin una demanda real de vivienda

El delegado de Obras Públicas, Francisco García, indica que este rechazo coge por sorpresa a la Junta. Afirma que no es necesario modificar la normativa actual porque «esto mismo no ha ocurrido en otros sitios donde se ha sorteado VPO». García indica que el caso del Polígono Guadalquivir constata que las personas afortunadas en el sorteo «no tenían necesidad real de una vivienda». Apunta que cuando alguien demanda una casa oficial teóricamente es porque no tiene hogar propio ni recursos para adquirirlo en el mercado libre.