El presidente de EE UU, Barack Obama, ha hablado este lunes después de las explosiones ocurridas durante el maratón de Boston, que han dejado un saldo de tres muertos —uno de ellos un niño de 8 años— y más de un centenar de heridos, y ha indicado que aún se están investigando las circunstancias de lo ocurrido. "No tenemos todas las respuestas", dijo Obama, quien confirmó que "hay mucha gente herida".

"Todavía no sabemos quién lo ha hecho y sus razones; la gente no debería sacar conclusiones precipitadas", ha dicho Obama. "Pero no se equivoquen, llegaremos al fondo de esto y descubriremos quién lo hizo, sabremos por qué lo hicieron. Cualquier individuo responsable, cualquier grupo responsable sentirá todo el peso de la justicia", agregó el presidente estadounidense.

Asimismo, Obama afirmó que se ha puesto en contacto con el director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, para que "movilicen los recursos necesarios para investigar y responder". "He informado a los líderes del Congreso de ambos partidos, y nos reafirmamos en días como éste que no hay republicanos ni demócratas, sino estadounidenses, unidos en nuestra preocupación por nuestros compatriotas", subrayó.

La Casa Blanca informó previamente que Obama fue avisado del incidente a las tres de la tarde hora local (19.00 GMT) y recibió información de la asesora de Seguridad Nacional, Lisa Monaco, y de otros asesores de alto rango de la Casa Blanca, durante una reunión en el Despacho Oval.

A continuación, Obama llamó al alcalde de Boston, Tom Menino, y el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, para "expresar su preocupación por aquellos que resultaron lesionados, y para dejar en claro que su Administración está lista para proveer el apoyo necesario para responder al suceso".