La fábrica de Cargill en Sevilla comenzará esta semana con alrededor de una veintena de personas en sus puestos de trabajo después de que este viernes terminase su actividad el grueso de la plantilla, alrededor de 75, en cumplimiento de lo acordado con la compañía, que ha decidido cerrar la planta de molturación de semilla de girasol y la de aceite embotellado de Sevilla, así como los silos en Córdoba.

Fuentes de la plantilla han confirmado este domingo a Europa Press que entre los trabajadores que han abandonado sus puestos de trabajo este viernes figuran varias decenas de prejubilados que ya no acudían a la fábrica desde el pasado 25 de marzo, ya que se encontraban aprovechando días de vacaciones que tenían pendientes y que la empresa les ha permitido disfrutar en estas últimas semanas, evitando así "tener que acudir a la fábrica para estar de brazos cruzados", según han apuntado.

El proceso de desmantelamiento de la planta continuará en las próximas semanas con la marcha del resto de trabajadores, que abandonarán sus puestos de trabajo el próximo 6 de mayo, con la excepción de cuatro que permanecerán activos hasta el 31 de enero de 2014, mientras que otros doce han sido recolocados en las instalaciones con las que cuenta la empresa en Barcelona.

Paralelamente, la multinacional irá desmontando la maquinaria de la planta para "llevársela al extranjero", según han apuntado las fuentes consultadas, que han confirmado que, de esta manera, la empresa quedará próximamente "como un solar".

"al día" en los pagos

Según las fuentes consultadas, la empresa está "al día" con los trabajadores en el pago tanto de nóminas como de indemnizaciones. "Ése no es el problema, sino el modo de proceder de las multinacionales", han lamentado.

En este sentido, cabe recordar que los trabajadores de la planta de Cargill en Sevilla firmaron en el mes de marzo un acuerdo con la compañía, que prevé prejubilaciones a partir de los 54 años e indemnización de 50 días por año trabajado.

Fuentes de los trabajadores explicaron a Europa Press que unos 44 trabajadores se acogerían a las prejubilaciones que se organizarían en tres tramos de 54 a 56, de 57 a 59, y de 60 hasta los 65, y recibirían el 80 por ciento, el 90 y el cien por cien, respectivamente.

El resto de trabajadores, algo más de 50, recibirían unas indemnizaciones de 50 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades. Si bien, los trabajadores que tengan entre 50 y 53 años recibirán 25.000 euros más al sobrepasar el tope de las 42 mensualidades. Asimismo, se ha establecido una indemnización mínima de 15.000 euros para los trabajadores que lleven menos tiempo en la compañía.