El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE), la entidad que agrupa a más del 90 por ciento del medio centenar de entidades musulmanas legalmente inscritas como tales en Ceuta, Laarbi Maateis, ha reconocido la presencia en la ciudad autónoma de "cinco o seis" militantes del grupo radical Takfir Wal Hijra (Anatema y Exilio), al que diferentes expertos vinculan con la captación de jóvenes musulmanes ceutíes para hacer la yihad en Siria, aunque ha dejado claro que "en ninguna mezquita de la ciudad se difunden mensajes radicales".

En declaraciones a Europa Press tras la salida hacia Turquía con documentación falsa de un menor de edad captado por los radicales para terminar en Siria, donde el año pasado se inmolaron otros tres varones de la ciudad autónoma, Maateis ha asegurado que le sorprendió "mucho" la noticia, aunque ha señalado que en Ceuta "hay bastantes jóvenes" en la órbita radical.

"Si no fuera por el gran trabajo de los servicios de inteligencia del país vecino", ha advertido, "ya hubiéramos tenido miles de casos en Marruecos y muchos en Ceuta, bastante más que tres o cuatro, porque hay bastantes jóvenes que se radicalizan, que se fanatizan, solos, sobre todo a través de Internet, sin escuchar mensajes de sus imanes, sin el mínimo conocimiento de la jurisprudencia islámica".

A juicio de Maateis, los jóvenes ceutíes captados lo fueron "por desconocimiento, ignorancia y buena fe". "Si supiesen lo que dicen las fatwas y las cuatro escuelas del Islam, si se informasen sobre qué es la yihad y sobre las condiciones para participar en ella, sabrían que el Islam no permite su actuación, que, en lugar de en mártires, les convierte en criminales", ha advertido.

Para el presidente de la UCIDCE, en el Islam "la yihad primordial es la que hay que hacer con nuestro propio cuerpo y entorno para alejarse del mal, para ser ejemplares y justos con nosotros mismos y con nuestra familia".

"Yihad", ha ampliado, "también es sacrificio ante el Satán para no dejar que nos saque del camino de Dios y esforzarse para recuperar a todo musulmán que está siendo descarrilado, para que recupere su fe, pero como guerra, como guerra santa, todas las de hoy en día, de los años sesenta para acá, cuando los países árabes dependen de sus gobernantes tras la ocupación extranjera, es el último escalón para luchar en contra de un enemigo invasor y se admite únicamente para los autóctonos".

Maateis señala a la vecina localidad marroquí de Castillejos (Fnideq, en árabe), como uno de los focos de radicalismo islámico más activos en el país vecino junto a "Meknés y Casablanca". "Supongo que es así porque se trata de una zona fronteriza, porque hay contacto con gente de Ceuta, porque hay fronteras terrestres y aeroportuarias cercanas para salir con documentos falsos, facilidades para conseguir documentación ceutí, gente que domina el castellano y puede viajar a cualquier país europeo o árabe con esos pasaportes", apunta.

El presidente de la UCIDCE ha aseverado que su federación está dedicando "mucho tiempo y sacrificio" a "evitar que jóvenes ceutíes sean captados por los radicales". "En Ceuta hay cinco o seis takfiris, aunque yo no voy a decir que todos son de la misma ideología yihadista, pero nosotros nos desplazamos a las barriadas donde hay más jóvenes que practican el Islam para contactar con ellos y hacerles llegar el verdadero mensaje de cómo debe actuar un musulmán", ha añadido.

Según Maateis son "muy pocos" los extremistas que frecuentan la ciudad, "aunque ese poco también es peligroso". "No obstante", ha añadido sobre los procesos de captación, "hay que tener en cuenta el desplazamiento de nuestros jóvenes a Marruecos y alertar de que la mayor parte de los contactos se producen a través de internet con correos electrónicos, el whatsapp y, sobre todo, el Paltalk".