El presidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracia (PSOE), ha considerado este domingo que es "imprescindible" un "acuerdo amplio" entre el Gobierno de España y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) sobre el proyecto de la reforma de la Administración local que promueve el Ejecutivo de Mariano Rajoy, así como ve oportuno que también se llegue a un consenso entre los diferentes partidos antes de llevar la medida al Congreso de los Diputados.

En una nueva entrada publicada este domingo en su blog personal bajo el título 'Reforma de la Administración Local', recogida por Europa Press, Gracia se ha mostrado preocupado en este sentido porque el anteproyecto de la reforma de la administración local presentado por el Gobierno central "no haya tenido, ni, por un lado, debate con la representación de los ayuntamientos; ni, por otro lado, un intento serio de acuerdo".

Así, teme que "en el afán por evitar duplicidades, se borre a los ayuntamientos de ciertas gestiones, lo que mermaría prestaciones fundamentales como los servicios sociales que, según el anteproyecto, dejan de ser competencia municipal". Mientras que alerta de que ésta es una competencia de proximidad, y que quien mejor la gestiona "es quien está día a día con la gente, otra cosa es la financiación".

En la misma línea, Gracia ha rechazado que, para evitar duplicidades, se dejen de compartir competencias porque defiende que "es algo muy necesario" en algunas materias que son compartidas y cuya financiación regula la ley.

No obstante, ha valorado la "voluntad clara y firme" que por reforzar la administración local y por el municipalismo ha hecho la Cámara andaluza con la aprobación de en los últimos años de tres normas fundamentales para su desarrollo como son el Estatuto de Autonomía, la Ley de Autonomía Local de Andalucía (LAULA) y la Ley de Participación en los Tributos Propios de la Comunidad Autónoma.

Entretanto, ha defendido que el objetivo del equilibrio presupuestario "no debe anteponerse a todo lo demás" porque, a su juicio, "el fin no es el equilibrio presupuestario sino prestar mejores servicios a los ciudadanos; porque lo que legitima a una administración ante los ciudadanos es su carácter de servicio público, que sirva para resolver los problemas de la gente". Y es que, a su entender, la ciudadanía "espera y quiere de los políticos el máximo de acuerdos, sobre todo en los grandes temas", entre ellos la reforma local.