Numerosos vecinos se encuentran ya en el tanatorio de Manzanares a la espera de que lleguen los cuerpos de los dos niños —de 14 años y 5 años— y de su abuela, de 70 años, supuestamente asesinados a tiros este viernes por el padre de los menores, después de que se haya practicado la autopsia a los cuerpos.

Según han explicado a Europa Press asistentes al tanatorio, en las instalaciones hay un numeroso grupo de voluntarios de Cruz Roja con el objetivo de ofrecer apoyo psicológico, ante las escenas de dolor que está viviendo la madre de los niños y el resto de los familiares,

Además, según le había comentado la abuela de los niños a una amiga, existían problemas en el núcleo familiar, por lo que la madre se marchó a Gijón —lugar donde conoció el trágico suceso— tras una fuerte discusión mantenida la pasada Semana Santa.

De esta manera, la mujer quería evitar el ambiente que de vivía en la casa, y según han precisado desde el entorno familiar, la madre había valorado separarse de su marido.