Montserrat Caballe, 'la soberbia', cumple 80 años

  • La soprano española, que sigue "tan activa", cumple hoy 80 años.
  • No para de trabajar en el extranjero, aunque lleva tiempo sin cantar en España.
  • Ha interpretado 182 personajes en 51 años de carrera.
Montserrat Caballé, durante la presentación de uno de sus recitales.
Montserrat Caballé, durante la presentación de uno de sus recitales.
Kai Försterling
Montserrat Caballé, durante la presentación de uno de sus recitales.

Segura de su voz aunque ya no cante La Traviata y "tan activa", a pesar del ictus que sufrió en octubre, que tiene "la agenda llena", Montserrat Caballé cumple 80 años, "ausente" de su domicilio y presente en todos los medios, como lo ha estado desde el día en el que se convirtió en "la soberbia".

En un tiempo en el que no existía Internet, ni por supuesto YouTube o las redes sociales, las proezas vocales de la que muchos consideran la última soprano absoluta por la pureza y ductilidad de su voz traspasaron fronteras al lado de sus "mosqueteros", es decir, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras.

Dotada de un instinto musical infalible, sus millones de fans pronto le pusieron el sobrenombre de "la soberbia", por grandiosa, no por altiva, porque su afabilidad y su buen humor han sido "marca de la casa".

Aunque sus actuaciones en España han descendido en la última década, no ha parado de trabajar fuera. De hecho, fue de gira -en Rusia-, donde el pasado mes de octubre tuvo el ictus leve que le provocó una caída por la que se fracturó el húmero, una lesión de la que fue intervenida en Barcelona y de la que le dieron el alta en noviembre para seguir la recuperación en su domicilio.

La rehabilitación obligó a cancelar todos sus compromisos profesionales pero tiene previsto retomarlos el próximo 30 de abril, con una actuación en Viena, a la que seguirá otra, el 5 de mayo, en Nuremberg, y luego el 25 en el Palacio de Festivales de Santander, el 28 en el Teatro Arriaga de Bilbao...

Lo cierto es que Caballé, 182 personajes en 51 años de carrera, da "cientos" de conciertos cada año por el mundo, pero para volver a Madrid tuvo que esperar 8 años, hasta el pasado 9 de junio, cuando cantó junto a su hija, Montserrat Martí, en el Madrid Arena.

"Si no he venido -a Madrid- es porque no me han necesitado. Cuando no te contratan, es que no se acuerdan de ti. Hago el trabajo que puedo, lo mejor que puedo, y cuando no te llaman es que no te necesitan", aseguraba entonces en una entrevista.

Maria de Montserrat Viviana Concepción Caballé i Folc es dueña de un repertorio que abarca 42 óperas, 7 oratorios y 5.000 "lieder" pero con lo que batió todos los récords imaginados de audiencia para un cantante lírico fue con Barcelona, al lado de Freddie Mercury y, de hecho, cada vez que actúa en Japón la anuncian, para su regocijo, con el cartel de Barcelona 92.

Su discográfica, Sony Classical, ha decidido celebrar sus 80 años de vida lanzando una caja con 6 CD, The Diva, con lo más importante de su carrera, de Rossini a Wagner, además de fragmentos de zarzuela, temas de su último disco, Encores, Hits & Evergreens, y, por supuesto, Barcelona.

La artista, que se graduó en el Conservatorio del Liceo en 1954 con Medalla de Oro, debutó en Basilea en 1956 como Mimi, de La bohème, de Puccini.

Debutó en el Liceo, en 1962, con Arabella, de Strauss y gracias a una indisposición de Marilyn Horne pudo presentarse, en 1965, en el Carnegie Hall de Nueva York con Lucrecia Borgia, de Donizetti.

Luego vinieron el Metropolitan Opera House, que enloqueció con su Margarita del Fausto, de Gounod; el Covent Garden, con La traviata; o la Ópera de San Francisco con Turandot, junto a Pavarotti, con el que hizo su última aparición el 22 de enero de 1988 en el Metropolitan.

"Mucha gente me ha preguntado '¿cuántos años hace que dejó la carrera?' y yo contesto, 'mire usted, de vez en cuando me sale un bolo'", bromeaba el año pasado en Madrid, recién llegada de Siberia y con un agenda, presumía, llena de contratos hasta 2016.

Ya no canta la Violeta de La traviata porque no tiene la voz de antes y "lo haría mal"; "una cosa que no puedes hacer bien no debes hacerla. La he cantado y ya no importa nada más", resumía.

Ella no forma parte de ese "enjambre maravilloso" de "estrellas irrepetibles" que eran Renata Tebaldi, Maria Callas o Joan Sutherland, sino del de Renata Scotto o Mirella Freni, una media de diez años más jóvenes que aquellas, un plantel "bueno", apuntaba modesta, pero no con aquel sello genial.

Por eso que se diga de ella que es "una diva" le parece "absurdo e idiota", y para "tocar con los pies en el suelo" revela que la respiración diafragmática sale "del mismo sitio" que se pone en movimiento "cuando se va al baño o uno se va a la cama con alguien", "y eso lo sabe hacer cualquiera", resume modesta.

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