Unos 50 militares españoles salen este sábado hacia Malí para sumarse a la misión de entrenamiento de la UE

Viajan desde Almería 15 instructores de Operaciones Especiales y 35 legionarios para proteger las labores de formación
Acto de despedida de la Brileg de la sección de protección para misión de Malí
Acto de despedida de la Brileg de la sección de protección para misión de Malí
EUROPA PRESS/EJÉRCITO
Acto de despedida de la Brileg de la sección de protección para misión de Malí

Medio centenar de militares españoles saldrán este sábado desde Almería hacia Malí, donde se sumarán a la misión de la Unión Europea para entrenar y asesorar al Ejército maliense con el objetivo de que pueda imponerse a los grupos yihadistas en el norte del país. En concreto, volarán hasta Bamako 15 instructores de Operaciones Especiales y 35 legionarios, que serán parte de la fuerza de protección que garantizará la seguridad de los formadores.

El contingente español —al que se suman ocho militares que comenzaron a llegar a Malí desde el pasado mes de febrero— permanecerá unos días en Bamako, donde está el Cuartel General de la misión, y después la gran mayoría de sus efectivos se trasladará a la Koulikoro, localidad ubicada a unos 60 kilómetros al noreste de la capital, donde se encuentra el campamento de entrenamiento.

En este campamento, los 15 efectivos de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra contribuirán a la instrucción para este tipo de misiones de los soldados malienses. En total, la misión cuenta con 196 formadores de países de la Unión Europea.

Los instructores contarán a su vez con la protección de 165 militares europeos, una fuerza que ha presentado dificultades para poder completarse. Este aspecto de la misión y los medios de aeroevacuación médica fueron los últimos flecos de la misión en cerrarse.

Finalmente, España aportará una sección de protección para el campamento de Koulikoró y Francia se hace cargo de las otras tres necesarias, unos 96 efectivos, hasta completar los 120 efectivos que se habían establecido como necesarios para garantizar la seguridad en la base de entrenamiento y el cuartel avanzado en Koulikoró, así como del material que entrará y saldrá de la base.

Los primeros militares españoles en llegar a Malí lo hicieron el 8 de febrero, como parte de una avanzadilla de 70 efectivos que comenzó a preparar en Bamako el despliegue de la misión. Otros seis militares llegaron el pasado 1 de marzo: cinco están destinados en el Cuartel General en Bamajo y el otro se encuentra ya en Koulikoro.

En total, la misión cuenta con un total de 537 efectivos, de los que Francia, nación marco, aporta 207, incluidos 96 de fuerza de protección y casi 50 instructores de infantería. El segundo contribuyente es Alemania, con 71 efectivos, de los que 38 formarán parte del equipo médico del hospital militar 'role 2' que también aportan.

Detrás de España, en número de efectivos, está Reino Unido, que participa en la misión con 40 militares, entre ellos 21 instructores de infantería, 12 de artillería y tres expertos en Derecho Humanitaria Internacional y cuestiones de género.

Además, la República Checa aporta 34 militares como fuerza de protección al Cuartel General de Bamako y Bélgica, 25 para las aeroevacuaciones médicas y dos helicópteros con estos fines. También participan, en menor medida, Polonia, Suecia, Finlandia, Italia, Irlanda, Hungría, Grecia, Estonia, Eslovenia, Lituania, Letonia, Bulgaria y Luxemburgo.

Dos misiones clave

La misión, lanzada por los Veintisiete el pasado 18 de febrero con un mandato inicial de 15 meses y bautizada 'EUTM Malí', tiene dos pilares esenciales. En primer lugar, pretende contribuir a la reestructuración del Ejército malienses bajo una autoridad civil y asesorar al Estado Mayor en cuestiones que van desde el mando y control, logística y recursos humanos al respeto del Derecho Humanitario y los Derechos Humanos.

El segundo pilar de la misión es contribuir a formar a cuatro de los ocho batallones del Ejército maliense para ayudarle a mantener el control y la integridad territorial de su país a largo plazo.

La misión comenzó el pasado 2 de abril las tareas de entrenamiento del primer batallón, a las que se sumarán los instructores españoles el 20 de abril.

La Unión Europea llevaba meses planeando esta misión, después de que el golpe de Estado militar de marzo de 2012, que derrocó al presidente Amadou Toumani Touaré, fuera aprovechado por los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad para declarar la independencia del norte del país. Los militares golpistas alegaban precisamente no contar con suficientes medios para enfrentarse a los rebeldes.

A las aspiraciones de los rebeldes tuaregs se fueron sumando después otros grupos, algunos de corte yihadista radical, que han generado una grave situación de inseguridad en toda la región. El avance de estos grupos hacia la capital el pasado mes de enero llevó a Francia a lanzar una operación militar para frenar su expansión.

EL 'HÉRCULES'

Seguirá en la zona

España apoya también la 'Operación Serval', para la que Francia ya planea la retirada, con un avión de transporte militar y medio centenar de efectivos del Ejército del Aire, que tienen su base en Dakar (Senegal). Desde ahí, realizan vuelos estratégicos para el traslado de tropas francesas y africanas, una tarea a la que también han sumado la de reabastecimiento en vuelo, una capacidad de la que dispone el avión 'Hércules' C-130 desplegado.

El denominado 'Destacamento Marfil' se encuentra en Bamako desde el pasado 26 de enero. En un principio, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, solicitó una autorización para tres meses, que se dijo que podría ser prorrogable. Según fuentes de este Departamento, el avión continuará en la zona el tiempo que se considere necesario.

Es más, fuentes militares han apuntado que, incluso en el caso de que la 'Operación Serval' de Francia concluya su misión, el 'Hércules' podría seguir desplegado en la zona si se considera que es necesario en el marco de la misión de entrenamiento de la Unión Europea.

Ante el Pleno del Congreso de los Diputados, a donde acudió junto al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, para solicitar el apoyo de la Cámara a la misión, Morenés explicó que el coste de la participación española en la misión de entrenamiento podría alcanzar los 3,8 millones de euros para un total de 15 meses.

Por lo que se refiere al gasto del despliegue del avión 'Hércules', fuentes militares apuntaron que podría situarse entre los tres y los diez millones de euros por trimestre, dependiendo del número de vuelos que haga.

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