El Bloque Nacionalista Galego (BNG) reivindica, con motivo del aniversario de la proclamación de la segunda república española en 1931, la "República de Galiza" frente a la institución monárquica española, a la que atribuye "negocios inmorales" y prácticas "delictivas y corruptas" que hoy "afectan a buena parte de la Casa Real". Así, defiende devolver la "soberanía plena" al pueblo.

Así, la formación nacionalista, con su portavoz nacional a la cabeza, Xavier Vence, enarbola la bandera republicana desde la perspectiva de Galicia, para lo que ha hecho público un manifiesto en el que critica la "recentralización política", en medio de "una profunda crisis económica y del sistema político español, "singularmente la monarquía".

"Los reiterados escándalos de corrupción que afectan al Borbón y a su familia ponen aún más en evidencia el anacronismo que supone en nuestros días la institución monárquica", señala el Bloque en su manifiesto, en el que apunta que "las vinculaciones con los grandes poderes económicos vienen de lejos y, hasta donde es conocido, fueron provechosos".

"Realmente —sigue— ofende el más elemental sentido de la decencia que los hombres y mujeres de Galicia, que vivimos con enormes dificultades, de nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, tengamos que pagar los lujos, los palacios, los yates, las cacerías y hasta los divertimentos a los Borbones". "Y no es una cuestión de cantidad, sino de dignidad", apostilla.

Los nacionalistas quieren una república "propia, gallega, social y democrática, que apueste por el bienestar, la justicia e igualdad, la educación, la sanidad y la vivienda y cultura como derechos, en el laicismo, en la defensa de la tierra y en el respeto de los derechos de las personas y de los derechos nacionales de todos los pueblos del mundo".

"Hoy, en este escenario de decrepitud total del sistema, con la política convencional indisimuladamente al servicio del poder económico, con la corrupción económica instalada en el corazón de la justicia, del empresariado, de los medios y de la monarquía (...), es necesario levantar los sueños y las esperanzas para defender la alegría y construir, desde el espíritu transformador, indignado y rebelde, una sociedad nueva en nuestra república", proclama, antes de sentenciar que para "romper la dependencia a la que Galicia está sometida" debe concretarse, "más pronto que tarde", la construcción "del estado propio, la República da Galiza".

Nuevo marco político y constitucional

Durante su intervención en un desayuno informativo, Xavier Vence ha subrayado que "necesita un nuevo marco político y constitucional" y ha denunciado que Galicia "sufre la doma y castración desde los Reyes Católicos, pasando por los Austrias y ahora los Borbones", que acabaron "con el antiguo Reino de Galicia". "Nosotros queremos una república democrática con la soberanía residenciada en el pueblo", ha subrayado, argumentando que la monarquía no ha sido elegida.

Como escenario simbólico un local con el nombre de Airas Nunes, "padre" del Reino de Galicia, ubicado junto a la que fue sede de la imprenta del último alcalde republicano de Compostela —Ánxel Casal—, el portavoz nacional del BNG ha explicado la "oportunidad" del momento actual para impulsar este proceso soberano, en el que se unen no sólo el "descrédito" de la Casa Real, sino también de la "institución y del sistema".

"El momento es especial, las circunstancias son especialmente propicias porque la ciudadanía ve el despropósito y el desfase del régimen" actual, ha abundado Xavier Vence, junto a otros miembros de la Executiva como Saleta Chao —que leyó el manifiesto—, Rafa Vilar y Néstor Rego, también secretario xeral de la UPG.

En este camino, como ya ha explicado en otras ocasiones, el BNG apuesta por aunar fuerzas con otras formaciones en lo que Vence denominó "movimiento multicolor" en su discurso cuando fue proclamado portavoz nacional del Bloque en la asamblea celebrada hace un mes.

Por otro lado, el portavoz nacional ha confirmado que para el Bloque el nuevo marco político pasa por la "soberanía", porque un nuevo Estatuto "está superado", tras las sentencias del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán. Esa era una opción, dijo, antes de los fallos del TC, pero "ahora no hay margen" por esta vía.