La banca española, dispuesta a levantar el concurso de Pescanova, frente a la extranjera, "más crítica"

La banca española atrapada en Pescanova se ha mostrado dispuesta a 'levantar' el concurso de acreedores de Pescanova "a un año vista", una vez se conozcan sus cuentas y su deuda y se haya designado un administrador concursal, mientras que la extranjera es "más escéptica y crítica" con la situación de la firma, en la que incluso ya no prevé inyectar más liquidez.
Factoría de Pescanova
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EUROPA PRESS
Factoría de Pescanova

La banca española atrapada en Pescanova se ha mostrado dispuesta a 'levantar' el concurso de acreedores de Pescanova "a un año vista", una vez se conozcan sus cuentas y su deuda y se haya designado un administrador concursal, mientras que la extranjera es "más escéptica y crítica" con la situación de la firma, en la que incluso ya no prevé inyectar más liquidez.

Así lo han explicado a Europa Press en fuentes financieras, que han afirmado que la banca acreedora no conocerá las cuentas y la deuda concreta de Pescanova hasta que no presente la información a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha fijado como fecha tope el lunes para recibirlas.

La situación por la que atraviesa la firma gallega ha dividido a la banca acreedora extranjera y española, ya que ésta última no ha cerrado la puerta a dar más liquidez a Pescanova, a la espera de que presente finalmente el concurso en los juzgados y se nombre un administrador concursal con el que se pueda iniciar la negociación y abordar un plan de viabilidad.

No se descarta la intervencion de la fiscalia.

"Tienen que presentar las cuentas y el concurso en el juzgado y concretar el pasivo, y a partir de ahí intentar trabajar a un año vista para 'levantar' el concurso", señalaron las mismas fuentes, que no descartaron que la Fiscalía pueda actuar de oficio si Pescanova no presenta la información adecuada a la CNMV. "No es descartable", afirmaron.

En concreto, Pescanova tiene como fecha límite el próximo lunes para presentar las cuentas del ejercicio 2012, acompañadas de una declaración de responsabilidad de los administradores, y concretar su deuda a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), previa firma del consejo de administración, que, por el momento, no ha sido convocado.

"Es necesario que las cuentas estén firmadas por el consejo de administración, lo que no implica que haya una reunión previa", han afirmado a Europa Press en fuentes conocedoras de la situación de la firma gallega, que podría incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012).

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