El Pleno del Ayuntamiento de Burgos ha aprobado este viernes por unanimidad de todos los grupos instar a la Dirección General de Tráfico (DGT) a la no obligatoriedad del caso en el uso urbano de la bicicleta, así como a cualquier medida que pueda desincentivar la utilización de la bicicleta como medio de transporte urbano.

El concejal de Movilidad, Esteban Rebollo, ha defendido esta propuesta, presentada por el equipo de Gobierno Local, alegando que el casco ciclista "no supondrá" un factor decisivo en la salvaguarda de la vida humana en caso de atropello grave de un ciclista por un automóvil.

Asimismo, ha señalado que la baja accidentalidad ciclista en la capital burgalesa "no justifica en absoluto" el uso obligatorio de esta prenda deportiva, a la vez que ha reiterado que no existen estudios suficientes para fijar la obligatoriedad del casco en ciudad, como argumento del contexto de seguridad del futuro Reglamento General de Circulación.

En este sentido, ha apuntado que la implantación de dicha normativa supondría un "freno importante" para el desarrollo de la movilidad sostenible hacia la que pretende avanzar la capital burgalesa, desaprovechando los recursos humanos y económicos invertidos hasta el momento.

De aprobarse la obligatoriedad, ésta supondría una "medida excepcional" en el contexto europeo, lo que provocaría confusión entre los turistas provenientes de aquellos países donde el uso de la bicicleta está mucho más extendido y en los que no es obligatorio el uso de esta prenda.

Por otro lado, ha defendido los beneficios que la práctica de la bicicleta produce en la salud, al estar considerada como una de las prácticas más eficaces en la lucha contra las enfermedades coronarias y contra la obesidad.