El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes un anteproyecto de Ley Orgánica para la creación de la autoridad fiscal independiente, una figura que "existe en varios países de nuestro entorno", según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por su parte, ha explicado que se cumple así la directiva europea que regula los marcos presupuestarios de los países miembros, que establece la necesidad de contar con una institución fiscal independiente en el país que realice análisis "fiables e independientes" de la evolución de las cuentas.

Según ha relatado Montoro, se dará luz verde a las competencias de esta autoridad mediante una ley orgánica y su ámbito se entenderá "a todo el sector público". Los fines de esta autoridad, que será una "entidad de derecho público", serán las de garantizar "el cumplimiento efectivo del principio de estabilidad presupuestaria". Estará adscrito al Ministerio de Hacienda sin dependencia de ninguna de sus áreas, "directamente al ministro", como el INE.

La función de esta entidad, ha dicho Montoro, será principalmente "elaborar informes" -preceptivos y no vinculantes-. "Podrá formular opiniones a iniciativa propia", ha explicado, sobre las previsiones macroeconómicas, el programa de estabilidad, hará informes sobre el seguimiento de la ejecución presupuestaria, la deuda pública y la regla de gasto y hará informes "valorando el establecimiento de los objetivos individuales para las comunidades autónomas de estabilidad presupuestaria y deuda pública".

Si la Administración a la que va dirigida el informe se aparta del criterio dado, deberá motivarlo. En el caso de las previsiones macroeconómicas, deberán contar con informe favorable.

Su tarea, en definitiva, será "estar presente en la valoración de todo lo que es el ciclo presupuestario en España de todas las administraciones públicas", ha continuado el ministro: una tarea de análisis, asesoramiento y control en relación con la política presupuestaria. La autoridad fiscal tendrá un presidente con un mandato de tres años renovable a seis, que será nombrado por el Consejo de Ministros, y varios directores de división con experiencia.

Sobre su independencia, Montoro ha dicho que está garantizada y que el Gobierno no tiene "ningún interés" en dar instrucciones. Vamos a tener la autoridad fiscal "más avanzada del mundo desarrollado y la más próxima a lo que trata de materializar la comisión europea en una directiva", ha dicho el ministro. No obstante, ha dicho que esta figura "no anula las competencias de nadie".