El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, ha asegurado este miércoles que la batalla contra el aborto y a favor de la cultura por la vida en España será larga y no estará exenta de sufrimiento como sucedió en su día para alcanzar la abolición de la esclavitud. También ha afirmado que en los colegios los niños se plantean su condición sexual por ciertas ideologías que se han introducido en el ámbito de la enseñanza.

Durante la presentación del "Encuentro Internacional por la Vida", que se celebrará este fin de semana en la capital, y que está organizado por la provincia eclesiástica de Madrid, Reig Pla ha abogado para que llegue el día en que se acabe el aborto: "Es una batalla larga y tan larga como la que pretendía abolir la esclavitud", ha destacado el obispo alcalaíno, que ha dicho que no se hará "sin sufrimiento" como sucede "en el parto de un hijo".

Además, ha criticado que se esté viviendo "un momento de crisis de civilización" en el que se "ha oscurecido el carácter sagrado e inviolable de la vida humana".

"Ni partidos políticos ni sindicatos, a veces con la complicidad de medios de comunicación" apuestan por la cultura por la vida, según Reig Pla, que también ha pedido la reforma de dos leyes españolas -Reproducción Humana Asistida y de investigación con embriones (2006), Investigación biomédica (2007)- de acuerdo con el fallo del Tribunal de Justicia Europeo a favor de la vida humana en estado embrionario de 2011.

Dicha sentencia "exige la reforma" de esas dos leyes, según este obispo, que también ha solicitado el cambio de la ley del Parlamento andaluz de Derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de muerte, y la ley de Aragón de Derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de morir y de la muerte.

Ha manifestado, así mismo, que "el gran movimiento por la vida en España tiene que surgir de las mujeres" y ha denunciado que se utilice "un lenguaje trampa" para hablar de leyes que "permiten la muerte de inocentes y socava los fundamentos del Estado de derecho".

Aparte, ha calificado de "campeón" por la defensa de la vida al papa Francisco y ha recordado las palabras del beato Juan Pablo II en las que se refería al "eclipse del carácter sagrado de la vida" y al hecho de que se haya pasado "de delito a derecho" con el aborto y la eutanasia.

Durante la presentación, Pla también  ha agradecido que le preguntaran por las palabras que pronunció hace un año en una homilía televisada y en las que se refirió a la homosexualidad, aunque ha destacado que él nunca emplea esa palabra.

"En la vida oirá de mi boca hablar de homosexuales, es una palabra que no empleo", ha dicho el obispo, que ha explicado que ese vocablo significa "igualdad" -homo- y "diferente" -sexual-, y que "unir en una misma palabra igualdad y diferencia es ya una batalla política y no cultural".

Reig Pla ha asegurado que el 7 de abril del pasado año, en los Oficios del Viernes Santo, habló de niños y de lo que ocurre en los colegios.

Los niños "se plantean por ciertas ideologías que han sido introducidas en el ámbito de la enseñanza su propia condición y orientación de su sexualidad", según el obispo alcalaíno que, además, ha recordado que hace un año hablaba de "hechos conocidos" por él: "Hablaba de niños que llevados por una ideología pueden dudar de su condición e identidad sexual y que a veces puede llevar a que uno pruebe si es de una manera o de otra", ha insistido.

Asimismo, Reig Pla ha dicho que, "probando", los chicos pueden "llegar incluso a prostituirse" porque "la prostitución existe" y los niños "llegan a ser utilizados por otros"; "eso existe y existe en Madrid, donde estaba predicando", ha enfatizado.

El obispo de Alcalá de Henares también ha apuntado que existen esos locales nocturnos; "no hay más que salir a la noche madrileña", ha comentado.

"En esos momentos quería ponerlo a la misericordia de Dios, nunca para denunciar" a personas y "en ningún momento hablé yo de homosexuales".  "Sí hablé de niños, de empresarios, de personas que para ganar estado en su empleo también entran en relaciones sexuales con sus jefes", ha subrayado.

Después de un año "querer empecinarse en que yo dije lo que no dije y negar la realidad de los hechos conocidos personalmente entiendo que es un empecinamiento o es una batalla política para desautorizar la voz de un obispo", ha añadido.