La nueva serie que este martes estrenaba Telecinco, El don de Alba, obtuvo un recibimiento tibio en la parrilla.

De nada sirvió a la nueva ficción de Mediaset el presentarse como un remake de la producción Entre fantasmas que durante más de cinco años protagonizó con gran éxito Jennifer Love Hewitt. O publicitar su primer capítulo con una bella Patricia Montero (Alba Rivas, en la cinta) iluminando la pantalla, llena de misterio.

Este martes, la cinta resolvía su primera entrega con una modesta cuota de pantalla del 13,2% y no lograba superar a su principal rival, la serie de Antena 3 Gran Hotel. Esta, por su parte, marcó un 13,7% y fue seguida por 2.608.000 espectadores (la de Mediaset se quedó en 2.482.000).

Pero los mejores datos de la franja de máxima audiencia (prime time) y de toda la jornada le correspondieron al fútbol. El encuentro de Champions entre Galatasaray y el Real Madrid, en el que el segundo se aseguró el pase a las semifinales, fue celebrado con un 34,4% de share y 6.623.000 televidentes.

El partido también protagonizó el minuto más visto de la jornada. Se produjo a las  22.38 horas y contabilizó 9.073.000 espectadores y un 41,7% de cuota.

El late night se saldó con el liderazgo de Telecinco con el espacio Al otro lado (13,8% y 882.000 televidentes), un especial sobre apariciones paranormales que fue presentado por Ana Rosa Quintana. La oferta de la cadena también se impuso en la sobremesa con Sálvame diario (17,8%) y en la franja matinal gracias a El programa de Ana Rosa (20,5%).

Si bien la nueva serie El don de Alba no logró acaparar la atención de la mayoría de los espectadores en la pequeña pantalla, su nombre inspiró un hashtag o palabra clave (#DonDealba) que en las últimas horas se convirtió en uno de los términos más comentados en la red social de Twitter. Sin embargo, esto no es necesariamente positivo.

Muchos de los comentarios emitidos por los internautas arremeten contra una ficción que si pretende "ser un 'remake' de Entre fantasmas, le falta mucho", opina @Bluedebue.

Menos contenidos resultan otros tuits que se burlan de la calidad de las interpretaciones y dedican al capítulo adjetivos como "cutre", "pésimo" y "barato".