El colectivo La Calle, nacido en 1987 y dedicado a las personas excluidas o en riesgo de exclusión social en las zonas Norte, Macarena, Alameda y Casco Antiguo de Sevilla capital, ha anunciado este martes que la ausencia de respaldo institucional le obliga a abandonar el local de la calle Bécquer que, durante los últimos 20 años, ha funcionado como su sede en Sevilla capital.

La organización, en un comunicado, explica que siempre ha funcionado con el respaldo de la financiación pública, pero "los recortes presupuestarios, los retrasos en el pago de las ayudas y la precariedad se vienen haciendo insoportables en los últimos años". Desde 2010, sus trabajadoras han aceptado periódicamente "quedarse varios meses sin cobrar, dando prioridad a pagar los gastos mínimos de supervivencia de la organización, como el alquiler del local y las facturas de la luz y el teléfono". "Ahora, el dinero no llega ni para eso".

La organización expone que ha buscado una solución en el Ayuntamiento de Sevilla pero éste sólo le ha ofrecido utilizar "puntualmente" espacios en los centros cívicos. "La ONG debe tener una sede oficial a efectos de estatutos y relación con las administraciones", alega el colectivo. La organización La Calle, en ese sentido, lamenta que el Consistorio hispalense no haya conseguido un espacio en el Hogar Virgen de los Reyes, de titularidad municipal. "El ayuntamiento asegura que en este gran edificio de 15.000 metros cuadrados, no queda ni un local disponible para un caso como el que plantea el colectivo La Calle. Esto sorprende, ya que allí disfrutan de locales fundaciones privadas que disponen de medios económicos de los que carece una organización", critica la organización.

Tras una última entrevista con el Ayuntamiento, el colectivo espera una respuesta final y "urgente", pero además, pide ayuda "a cualquier administración pública o persona particular que tenga un local sin uso y esté dispuesta a cederlo, colaborando así en este necesario trabajo social".