Abogado de la madre de Míriam ve una "absoluta barbaridad sin base" la versión de presunto asesino

Subraya que la "asfixia mecánica" recogida en la autopsia preliminar descarta la muerte accidental
Antonio Revuelta, abogado de la madre de la niña onubense Míriam
Antonio Revuelta, abogado de la madre de la niña onubense Míriam
EUROPA PRESS
Antonio Revuelta, abogado de la madre de la niña onubense Míriam

El abogado de la madre de la niña onubense Míriam, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en diciembre en el interior de una balsa de riego de Fiñana (Almería), ha tildado de "absoluta barbaridad" la declaración prestada este martes en sede judicial por el principal imputado, Jonathan Moya, en la que implica a su cliente en los hechos y ha remarcado, tajante, que no tiene "base alguna".

"No me lo explico salvo por la mente perversa que lo ha puesto en circulación", ha dicho en declaraciones a los periodistas el letrado Antonio Revuelta, para quien el testimonio de Moya González es un "monumento a la mentira y a la manipulación". "El contenido de lo que ha asegurado tiene una veracidad nula y se limita a decir que seguro que tenía que saber algo pero sin precisar el qué cuando se le pregunta", según ha apuntillado.

Revuelta ha hecho estas afirmaciones después de que el principal imputado por el rapto y la muerte de Míriam se haya retractado ante el juez instructor de la declaración que prestó ante la Guardia Civil para afirmar "no tener nada que ver" con el crimen y señalar que la pequeña "conocía en todo momento dónde estaba su hija y tenía conocimiento de muchas cosas de este asunto", en alusión a un presunto plan para vender a la pequeña.

Al hilo de esto, ha considerado que Moya González, al apuntar a otras "dos personas" como autoras del crimen que se investiga durante su testimonio, que se ha prolongado por más de cuatro horas, ha utilizado una "táctica procesal tan antigua como inútil" al tratar, según ha subrayado, "derivar" la responsabilidad a terceras personas.

"Ha querido implicar a otra gente para eludir su responsabilidad penal hasta tal punto de llegar a decir que las declaraciones que prestó ante la Guardia Civil y que se recoge en las actuaciones ni las ha hecho ni las ha firmado", ha trasladado Revuelta, que ha matizado que, no obstante, la estrategia es "respetable desde el punto de vista de su legítimo derecho de defensa aunque con contenido de veracidad nula".

Con respecto a la declaración de Raúl R.F., amigo de Moya González y también en régimen de prisión preventiva desde que fue detenido en diciembre, ha señalado que se ha mantenido en su "versión autoexculpatoria" tal y como hizo "tres veces" ante la Policía Judicial, al tiempo que ha subrayado que entra "en plena contradicción" con la declaración de Jonathan Moya. "Uno de los dos miente, nosotros creemos que los dos", ha añadido.

Revuelta ha atribuido el hecho de que Moya González haya desvinculado a su amigo de los hechos en su testimonio ante el magistrado instructor Jesús Miguel Hernández a la estancia de ambos en prisión. "Las versiones han cambiado, dice que no tuvo participación ninguna, ni siquiera como encubridor", ha indicado para, a continuación, recordar que existe en autos una comunicación entre ambos "en que le ponía en conocimiento de sus intenciones".

El letrado ha hecho alusión, asimismo, al contenido del informe preliminar de la autopsia practicada al cuerpo sin vida de Míriam, que revela que el cadáver presentaba un traumatismo craneoencefálico y apunta "asfixia mecánica". "Esto descarta por completo que se tratase de una muerte accidental", ha trasladado. Al hilo de esto, ha indicado que no descarta que se abra una nueva pesquisa policial a raíz del testimonio del principal imputado.

"La investigación es muy amplia y de ella se derivan hasta el momento datos objetivos y definitivos aunque aún quedan informes por sumarse a las actuaciones, esclarecedores", ha concluido Revuelta, quien ha adelantado que, como primera diligencia, va a solicitar que se realice una prueba caligráfica a Jonathan Moya después de que haya negado la autoría de la firma que figura en las declaraciones que prestó ante la Guardia Civil.

SUMARIO

El juez resolvió el pasado jueves alzar el secreto de sumario al considerar que habían variado las circunstancias por la que se mantenía desde finales diciembre y que la liberación de las actuaciones no iba, por tanto, a perturbar la investigación o a propiciar que pudieran desaparecer vestigios del hecho investigado.

Los dos imputados por el crimen han vuelto a ser trasladados al centro penitenciario provincial de El Acebuche tras permanecer en la prisión de Albolote (Granada) por razones de seguridad.

Moya González, de 25 años, ha salido en varios ocasiones de la prisión para someterse, entre otras, a tres pruebas de ADN y también para acudir a tres juicios pendientes por delitos de estafa y apropiación indebida, por los que acumula ya condenas que suman una pena de más de cinco años de cárcel.

La niña de 16 meses, natural del municipio de Palma del Condado (Huelva) permaneció en paradero desconocido durante ocho días tras ser raptada presuntamente por Moya González, de 25 años. Su cadáver fue encontrado el 28 de diciembre en el interior de una balsa de riego ubicada junto a una vía de servicio de la autovía A-92 y a una distancia de apenas unos 500 metros del cortijo familiar donde fue arrestado el principal implicado en los hechos.

Según los datos que trascendieron del informe preliminar de la autopsia, la bebé habría fallecido entre "dos y cinco" días antes de que se hallase aunque el juzgado instructor sigue a la espera de que se recibir los resultados de las muestras remitidas al Instituto de Toxicología de Sevilla para determinar el momento exacto en el que se produjo la muerte. El segundo de los imputados, Raúl R.F., era detenido horas después que su amigo, al que, según apunta la investigación, habría dado cobertura.

La madre de la bebé interpuso en el municipio de Gérgal la denuncia por el presunto secuestro a las 20,00 horas del 20 de diciembre. En esta, relató a los agentes que su pareja sentimental, a la que señaló como Jonathan Moya, se había llevado "todas sus pertenencias" y a su hija de 16 meses tras mantener una "fuerte" discusión en el interior del vehículo en el que viajaban desde Guadix (Granada).

Se activó entonces un amplio operativo, integrado más de un centenar de agentes con apoyo tanto de medios aéreos como terrestres de la Guardia Civil, que rastrearon durante días la Comarca almeriense de Nacimiento para intentar dar con el paradero de la menor.

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