El régimen norcoreano aconseja a los extranjeros de Corea del Sur que preparen su evacuación

Un hombre camina junto a la frontera en la Línea de Demarcación Militar (LDM) en la Zona Desmilitarizada en la provincia de Gyeonggi en Corea del Sur.
Un hombre camina junto a la frontera en la Línea de Demarcación Militar (LDM) en la Zona Desmilitarizada en la provincia de Gyeonggi en Corea del Sur.
EFE/ Jeon Heon-Kyun
Un hombre camina junto a la frontera en la Línea de Demarcación Militar (LDM) en la Zona Desmilitarizada en la provincia de Gyeonggi en Corea del Sur.

Corea del Norte ha recomendado este martes a los extranjeros que viven en Corea del Sur que preparen planes de evacuación, informaron la agencia estatal KCNA y la televisión norcoreana KCTV en un boletín especial.

La advertencia la hizo un portavoz del Comité de la Paz de Asia-Pacífico de Corea del Norte que aseguró que el régimen "no quiere ver a los extranjeros de Corea del Sur afectados si estalla una guerra". El portavoz de este organismo estatal recomendó a los residentes foráneos del país vecino "conocer de antemano dónde pueden refugiarse, así como examinar los planes de evacuación para abandonar el país".

El régimen de Kim Jong-un ya aconsejó el pasado viernes al personal de las embajadas foráneas en su capital, Pyongyang, que abandonaran el país antes del día 10 bajo el argumento de una supuesta guerra inminente, en plena etapa de tensión regional. Sin embargo, las sedes diplomáticas de países foráneos en Corea del Norte decidieron mantener a sus miembros en la ciudad, al no considerar aparentemente que existiera peligro de guerra a corto plazo.

La nueva advertencia de Pyongyang llega tras más de un mes de hostilidades hacia Corea del Sur y EE UU, que han incluido continuas amenazas de guerra inminente en el tono más elevado de la habitual retórica belicista de este Estado totalitario.  En este sentido, en el comunicado publicado por la KCNA el portavoz estatal norcoreano recuperó la vieja amenaza de iniciar una "guerra santa sin piedad" contra el Sur, repetida en numerosas ocasiones durante la última década.

Japón despliega en Tokio sistemas antimisiles

El Ministerio de Defensa nipón ha desplegado, por su parte, en el centro de Tokio, sistemas antimisiles tierra-aire a fin de interceptar el posible lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte ante las amenazas del régimen comunista.

Japón desplegó, al menos, dos unidades Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) en las instalaciones del Ministerio de Defensa en Ichigaya, que se encuentra en el centro de Tokio rodeado de casas y oficinas, aunque rechazó ampliar los detalles del plan de contingencia nipón, informa un portavoz de Defensa. "Si clarificamos nuestras operaciones mostraríamos como estamos operando", añadió el portavoz.

Estos sistemas instalados en la capital servirían para derribar proyectiles en el caso de que un hipotético ataque escapara de los destructores que Japón tiene ubicados en el Mar de Japón (costa noroeste) y que están equipados con sistemas Aegis, capaces de realizar un seguimiento e interceptar proyectiles.

En este sentido, el primer ministro, Shinzo Abe, asegura que Japón "hará lo que tiene que hacer" para garantizar la seguridad del país en el caso de que las amenazas de Corea del Norte supusieran una amenaza para el archipiélago.

Kaesong, paralizado

Corea del Norte había anunciado también anunciado este lunes la retirada de todos sus trabajadores y la suspensión de todas sus operaciones en el enclave industrial de Kaesong. Así que los empleados norcoreanos del complejo de Kaesong, único proyecto vigente de cooperación con el Sur, no han acudido en esta jornada a sus puestos de trabajo cumpliendo la amenaza realizada por su gobierno, lo que ha supuesto la detención de las operaciones del parque industrial.

Corea del Norte no tiene planes de operar los habituales servicios de autobuses utilizados para el transporte desde sus domicilios hasta el complejo. Kim Yang-gon, secretario del Comité Central del Partido de los Trabajadores norcoreano, adelantó la "suspensión temporal de las operaciones del complejo" durante una inusual visita a Kaesong, en la que añadió que el régimen "considerará" cerrar definitivamente el proyecto.

La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, advierte de que "nadie querrá invertir" en Corea del Norte si cierra el complejo. "Si Corea del Norte viola de este modo las normas y compromisos internacionales, no habrá países o empresas que inviertan" en el país comunista, añadió Park durante una reunión con su gabinete, en la que calificó de "muy decepcionante" la decisión norcoreana de retirar a sus empleados de Kaesong.

"¿Durante cuánto tiempo vamos a seguir viendo este interminable círculo vicioso de promover crisis antes de sellar compromisos a cambio de ayuda?", preguntó retóricamente Park, mostrando así su adhesión a la hipótesis generalizada de que Corea del Norte utiliza la tensión como estrategia política para ganar concesiones.

Un mes de tensión

La tensión en la península norcoreana se disparó hace un mes cuando las nuevas sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU como castigo a la tercera prueba nuclear de Pyongyang provocaron las amenazas belicistas casi diarias por parte del régimen de Kim Jong-un. En este sentido, informaciones adelantadas por los servicios de inteligencia de Seúl y Washington, revelaron recientemente el posible montaje de misiles de alcance intermedio en lanzaderas móviles de Corea del Norte.

Los expertos surcoreanos creen que las recientes y continuas subidas de tono —así como los últimos actos hostiles— de Corea del Norte, responden, más que a su intención real de atacar, a una estrategia política del régimen para fortalecer su posición en el interior del país y hacia el exterior.  Norte y Sur, cuyas relaciones han vivido importantes crisis en los últimos años, permanecen en estado técnico de guerra desde hace seis décadas, debido a que la Guerra de Corea (1950-53) finalizó con un armisticio que no ha sido sustituido por un tratado de paz definitivo.

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